¿A qué temperaturas tuvieron que enfrentarse los supervivientes de "La Sociedad de la Nieve"?
Una de las catástrofes humanas más trágicas de la historia tuvo lugar el día viernes 13 de octubre 1972. Conoce las condiciones meteorológicas que reinaron esos días y lo que ocurre con ellas en el cuerpo humano.
Este dramático relato comienza cuando el día jueves 12 de octubre 1972 despegó el avión desde Montevideo, Uruguay, hacia su destino que era Santiago de Chile.
A bordo del avión iban 5 tripulantes y 40 pasajeros integrados por un equipo de rugby, llamado Old Christians, acompañados por familiares y amigos. A pesar de que se pronosticaban pésimas condiciones meteorológicas, el viaje se realizó igual, pero la atmósfera les obligó a cambiar el plan de vuelo aterrizando en Mendoza, Argentina para retomar la ruta el día viernes 13 de octubre 1972.
"Si el infierno existe, yo lo viví en la cordillera" declaró Roy Harley. Y como no lo recordaría así, ya que después del impacto fallecieron 13 personas. Las consecuencias de las heridas de quienes quedaron con vida, sumadas a las avalanchas, se llevaron a 16 personas más, por lo que el número de supervivientes se redujo a 16.
Prácticamente es imposible imaginar lo que la Cordillera de Los Andes les hizo experimentar. Solo podemos hacernos una idea, ya que la primera noche tuvieron que soportar una temperatura en torno a los ¡30 °C bajo cero a la intemperie! A eso hay que agregar los cadáveres, el pánico, la desorientación, el dolor físico y el frío extremo que les acompañó durante más de 72 días.
Lo que ocurre en nuestro cuerpo cuando estamos en medio de temperaturas extremadamente bajas
En el cuerpo humano habita una sabiduría inexplicable cuando se enfrenta a condiciones ambientales extremas. Para adaptarse a tan bajas temperaturas, lo primero que hace el organismo es llevar sangre al cerebro y al corazón que son los órganos vitales. Por ende los vasos sanguíneos que se dirigen hacia las extremidades y la piel se contraen.
Y eso no es todo, ya que si nuestro cuerpo tiene una temperatura inferior a los 25 °C perdemos la conciencia y morimos. Además la gravedad de este enfriamiento genera congelación de los tejidos y necrosis.
Es preciso mencionar que el cuerpo humano soporta más los descensos bruscos de temperatura que las alzas drásticas del termómetro. Esto se debe a que a medida que bajan los grados Celsius las funciones celulares se ponen más lentas, situación que el organismo puede soportar. Todo lo contrario ocurre cuando estamos en un entorno con temperaturas que superan los 40 °C.
Cuando el cuerpo humano está expuesto a temperaturas inferiores de los 25 °C bajo cero, el rostro y las orejas comienzan a congelarse. Por lo tanto, y dependiendo del viento, una persona que vive estas condiciones atmosféricas a la intemperie puede morir en solo 20 minutos.