¡Alerta planetaria!: hemos sobrepasado 7 de los 8 límites justos y seguros para vivir en la Tierra
Las transformaciones que se recomiendan deben tener un enfoque sistémico, principalmente, en las áreas de energía y alimentación. Además, la visión política y económica sugerida, tendría que estar orientada hacia la equidad en el acceso a los recursos.
La estabilidad y resiliencia del sistema compuesto por la Tierra y el bienestar humano, están naturalmente vinculadas. Sin embargo, como se tiende a invisibilizar sus interdependencias, no se reconocen como vínculo y se tratan de forma independiente.
Como humanidad, estamos bien adentrados en el Antropoceno, la nueva época geológica, en la que nuestras presiones han puesto al sistema de la Tierra en una trayectoria que se aleja rápidamente de la estabilidad registrada en el Holoceno de los últimos 12.000 años. Cabe mencionar, que el Holoceno es el único estado del sistema de la Tierra del que tenemos evidencia.
Por otra parte, las contribuciones al cambio del sistema terrestre, y las consecuencias de sus impactos, varían notoriamente entre grupos sociales y países. Dadas estas interdependencias, entre el desarrollo humano inclusivo y un sistema terrestre estable y resiliente, se requiere una evaluación de límites seguros y justos que dé cuenta de esta relación en un marco más integrado.
Conozcamos los límites justos y seguros de la Tierra
En la investigación titulada "Safe and just Earth system boundaries" y publicada en Nature, se propone un conjunto de límites del sistema terrestre seguros y justos para el clima, la biósfera, el agua dulce, los nutrientes y la contaminación del aire, entre otros. Estos límites del sistema terrestre se basan en estudios existentes, juicios de expertos y normas ampliamente compartidas, como la Agenda 2030.
Y ¿cuáles son los límites propuestos? Son 8: clima, integridad funcional, ecosistema natural, agua superficial, agua subterránea, nitrógeno, fósforo y aerosoles. El equipo científico destaca que, como humanidad, estamos asumiendo riesgos titánicos, lo que pone en peligro la resiliencia de la Tierra. Por ejemplo, deberíamos mantener intacta la naturaleza en un 60% de su totalidad global, pero eso no se cumple.
En otra arista, ciclos de fertilizantes como el fósforo o el nitrógeno, también superan los límites considerados como seguros. Además, los flujos naturales del agua han sido significativamente alterados en el mundo, amenazando a los ecosistemas y a la vital contribución del agua en nuestro bienestar como personas.
En el estudio se concluyó que 7 de los 8 límites del sistema terrestre, cuantificados a nivel mundial, se han cruzado y, al menos 2 a escala local, se han superado en gran parte del planeta. Este escenario pone en riesgo los medios de vida humana para las generaciones actuales y futuras.
Para ello, se requieren transformaciones sistémicas en sectores como energía y alimentación. También se recomienda abordar impulsores económicos, tecnológicos y políticos que permitan garantizar el acceso a los pobres mediante reasignaciones del uso de recursos.