Árboles fantasmales: los habitantes de Chicago están envolviendo árboles en redes
Las cigarras de ojos rojos han estado invadiendo Chicago desde mayo pasado, obligando a los residentes a envolver los árboles con redes para protegerlos. La medida preventiva tiene como objetivo evitar daños a los árboles más jóvenes.
El pasado mes de mayo, Chicago vivió un fenómeno único en 17 años: la aparición de un ruidoso nido de cigarras de ojos rojos que se apoderó de la ciudad. Pero, contrariamente a lo que cabría esperar, los árboles más jóvenes estaban preparados.
El comportamiento de las cigarras hembras puede tener un impacto significativo en los árboles y los paisajes. Las cigarras crean grietas en las ramas de los árboles para depositar sus huevos y pueden causar daños, especialmente en árboles más jóvenes y ramas pequeñas. Por lo general, las cigarras hembras usan su ovipositor para abrir ramas, creando cicatrices que pueden tener varios centímetros de largo y, en última instancia, provocan que las hojas se marchiten y oscurezcan en las puntas de las ramas afectadas.
Los árboles quedan envueltos en finas redes y provocan un fenómeno inusual
Preocupados por el daño que estos insectos podrían causar, los residentes de Chicago envolvieron los árboles de sus patios traseros con finas redes, creando un efecto fantasmal inusual en toda la ciudad y los suburbios.
Esta medida preventiva se debe al proceso de puesta de huevos de las cigarras hembras. Al poner cientos de huevos en ramas jóvenes, que luego tardan 13 o 17 años en eclosionar, acaban provocando daños a corto plazo en algunos árboles y arbustos.
Para los botánicos, cubrir los árboles es una estrategia inteligente. Tom Tiddens, supervisor de atención sanitaria de las plantas en el Jardín Botánico de Chicago, explica que aunque las cigarras no muerden ni pican a las personas, pueden afectar a los árboles jóvenes con ramas más delgadas. Las hembras crean largas incisiones en estas ramas, depositando en cada una más de 20 huevos, pudiendo llegar a poner hasta 600 huevos en total.
La protección de los árboles más jóvenes les beneficia tras la desaparición de las cigarras
Tiddens también afirma que los árboles de aproximadamente dos metros de altura o menos, con ramas del grosor de un lápiz, pueden beneficiarse de esta protección durante algunas semanas, hasta que las cigarras desaparezcan.
Aunque la malla puede restringir ligeramente el nuevo crecimiento, una vez que se retira, los árboles jóvenes deberían recuperar su forma normal en uno o dos meses.
Si bien la red da un aspecto fantasmal a las copas de los árboles, con las hojas verdes y violetas de los arces o olmos japoneses apenas visibles detrás del tul translúcido, lo cierto es que esta simple medida protege el futuro del verdor urbano de Chicago.