Astrónomos advierten peligro de contaminación lumínica de megaproyecto energético en el norte de Chile
AES Andes presentó a evaluación de impacto ambiental el proyecto INNA, que pretende producir hidrógeno y amoníaco verde mediante energía eólica y solar. Si bien se centran en energías menos contaminantes, la planta podría tener gran impacto en los cielos utilizados para investigación astronómica.
El Observatorio Europeo Austral (ESO), institución internacional con cerca de 60 años operando telescopios en Chile, dio la alerta este viernes 10 de enero, del potencial peligro en que se encuentran los cielos nacionales, “los más oscuros y prístinos del mundo”, debido a la instalación del megaproyecto energético INNA.
De acuerdo a la institución, está previsto que el proyecto se ubique en Taltal, Región de Antofagasta, en la misma comuna, y a entre 5 y 11 kilómetros de los telescopios de Paranal, uno de los mejores lugares del mundo para la investigación astronómica terrestre, por la claridad de los cielos.
La instalación de un megaproyecto como INNA podría causar “daños irreparables a las observaciones astronómicas, en particular debido a la contaminación lumínica emitida durante toda la vida operativa del proyecto. La reubicación del complejo salvaría uno de los últimos cielos oscuros y verdaderamente prístinos de la Tierra”, declaró ESO en un comunicado.
Desde el observatorio ALMA, que realiza observaciones desde el desierto de Atacama, declararon su apoyo a ESO. "Preservar los cielos oscuros es un desafío global que afecta a todos los observatorios y a la capacidad de la humanidad para explorar el universo. ALMA y sus socios AUI/NRAO y NAOJ apoyan a ESO en contra de la creciente amenaza de contaminación lumínica cerca del observatorio Paranal y el ELT en la Región de Antofagasta en Chile", señalaron.
Potencial contaminación de los cielos nortinos
INNA, de la empresa eléctrica AES Andes, es un megaproyecto que pretende producir hidrógeno y amoníaco verde en Taltal, Región de Antofagasta, mediante fuentes de energía solar y eólica. Fue ingresado a tramitación al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEA) el 24 de diciembre de 2024, según indicaron mediante en un comunicado.
Se trata de un proyecto alineado con la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde de Chile. Su objetivo es producir 100 mil toneladas anuales de hidrógeno verde y 650 mil toneladas de amoníaco verde, para consumo interno y exportación.
La compañía declaró que se encuentran realizando trabajos de relacionamiento especialmente en las comunidades changas presentes en la zona, además de otros actores relevantes. No obstante, ESO, que opera desde 1996 el telescopio Paranal en la misma zona, se ha convertido en uno de sus principales opositores.
“El proyecto abarca un complejo industrial de más de 3.000 hectáreas, que es casi del tamaño de una ciudad, distrito o comuna como Valparaíso (Chile) o Garching, cerca de Múnich (Alemania). Incluye la construcción de un puerto, plantas de producción de amoníaco e hidrógeno y miles de unidades de generación de electricidad cerca de Paranal”, detalló la institución astronómica.
Llamado para proteger los cielos chilenos
La astrónoma y divulgadora científica Teresa Paneque, destacó que los cielos chilenos son 10 o 100 veces más claros que otros cielos del mundo e hizo un llamado a través de sus redes sociales a ser parte de las instancias de participación ciudadana que el SEIA abrirá hasta abril. “La generación de energías limpias es necesaria para un futuro mejor, pero se puede hacer a mayor distancia para que no afecte o vaya en desmedro de algo fundamental para la política científica chilena y mundial, como lo es la investigación astronómica”, sostuvo.
"Chile, y en particular Paranal, es un lugar verdaderamente especial para la astronomía: sus cielos oscuros son un patrimonio natural que trasciende sus fronteras y beneficia a toda la humanidad", afirmó Itziar de Gregorio, representante de ESO en Chile. "Es crucial considerar ubicaciones alternativas para este megaproyecto que no pongan en peligro uno de los tesoros astronómicos más importantes del mundo".
El subsecretario de Ciencia, Tecnología e Innovación, Cristián Cuevas, destacó que el proyecto INNA ingresó al sistema estatal de evaluación de proyectos y, como tal, contará con una etapa de consulta y participación activa de diversas comunidades y agentes involucrados e interesados. "Nosotros, como Ministerio, pensamos que es posible armonizar el desarrollo de una agenda de diversificación de la matriz energética al mismo tiempo que resguardar las zonas de interés científico, en particular la astronomía, con cielos que nos permiten concentrar el 60% de la observación astronómica mundial", sostuvo.