Bombas y pasadizos: 2023, el año de descubrimientos para la Gran Muralla China
La Gran Muralla China es una de las maravillas del mundo y un símbolo de la historia y la cultura china. Aunque lleva en pie 2.000 años, todavía guarda muchos secretos por revelar.
La Gran Muralla China es una antigua fortificación china, construida y reconstruida entre el siglo V a. C. y el siglo XVI para proteger la frontera norte del Imperio chino. En la actualidad, es una de las maravillas del mundo y uno de los lugares más visitados. A pesar de todo su protagonismo, todavía guarda cientos de secretos.
Se estima que esta muralla tiene una longitud de unos 21.200 km, contando sus ramificaciones y construcciones secundarias, aunque actualmente solo se conserva un 30 % de ella. En promedio, mide de 6 a 7 m de alto y de 4 a 5 m de ancho. En 1987, fue designada Patrimonio de la Humanidad, y China realiza grandes esfuerzos para restaurarla y protegerla.
Armas
Recientemente, arqueólogos chinos encontraron un antiguo alijo de armas de más de 500 años ocultas en la Gran Muralla China. Allí había 59 granadas de piedra de la dinastía Ming (1368-1644). Estos antiguos explosivos ofrecen una mirada intrigante a las tácticas militares utilizadas en la época.
"Es la primera vez que se encuentra un almacén de armas de este tipo a lo largo de la Gran Muralla", dijo Shang Heng, uno de los arqueólogos involucrados en el descubrimiento. “Estas piedras aparentemente anodinas tienen un agujero redondo en el centro para rellenarlas de pólvora. Después de llenarse, se pueden sellar y tirar, lo que no solo puede golpear al enemigo, sino también causar una explosión para derrotarlo", explicó.
Además del almacenamiento de armas, los arqueólogos también descubrieron un muro con forma de "cara de caballo" utilizado para disparar flechas estratégicas y un fuerte de piedra que soporta cañones.
Puertas ocultas
A comienzos de año, los arqueólogos hallaron más de 130 puertas ocultas y pasadizos secretos dentro de la muralla. Las puertas eran mencionadas en antiguos textos chinos, pero hasta ahora nadie sabía dónde estaban. Se cree que estas puertas eran usadas para enviar comunicaciones y realizar operaciones comerciales. "Algunas puertas eran lo suficientemente grandes como para que pasaran dos caballos al mismo tiempo", detalló el líder del equipo de investigadores, Zhang Yukun, profesor de la Universidad de Tianjin.
Algunos pasillos llamaron la atención, ya que estaban ocultos detrás de muchos bloques, lo que impedía a los enemigos entrar, pero sí permitía que los soldados chinos atacaran por sorpresa desde adentro. La razón de que permanezcan ocultos radica en que fueron construidos para confundirse con la topología de la zona.
Más larga, más problemas
La longitud de esta gran pared cambia constantemente. Esto se debe a que su estructura no se ha conservado intacta, sino que gran parte de su extensión se encuentra en ruinas o cubierta por la naturaleza. Gran parte de ella está siendo afectada, no solo por el cambio climático, sino también por la expansión de las ciudades modernas.
A medida que la tecnología avanza, es posible identificar los tramos perdidos entre las montañas o tapados por la arena del desierto. La comprensión de la historia china también contribuye a identificar nuevos tramos, que por poseer una arquitectura diferente no habían sido considerados como parte de esta muralla.
Mapear la extensión total es una prioridad de la UNESCO, ya que la minería y el desarrollo de infraestructura están dañando la construcción, debido a que la gente se lleva tierra o ladrillos como insumos. Recientemente, una pareja de agricultores fue detenida por demoler parte de ella con la intención de abrir un camino y acortar distancias.
La longitud de la Gran Muralla de China fue determinada a través de mediciones que iniciaron en 2007 y se espera finalizar el análisis en 2035.