Acuerdo de Escazú: otro paso hacia el desarrollo sostenible para todos
A continuación, descubre las principales implicancias de que Chile se adhiera a este tratado Latinoamericano y las maneras de ser partícipes de él a través de la información ambiental para el desarrollo sostenible.
¡Valió esperar! Con treinta y un votos a favor, tres en contra y once abstenciones, este martes (31) el Senado de Chile aprobó nuestra adherencia al Acuerdo de Escazú. Un tratado, a nivel latinoamericano, que tiene como objetivo "luchar contra la desigualdad y la discriminación, garantizando los derechos de todas las personas a un medioambiente sano y al desarrollo sostenible".
Además, el Acuerdo de Escazú dedica una atención especial a los grupos de personas más vulnerables en la región. De esa manera, se pretende ubicar la "igualdad" en el centro del desarrollo sostenible. Recordemos que América Latina es una de las áreas más vulnerables ante la crisis climática en el mundo.
Tanto Maisa Rojas, Ministra del Medio Ambiente, como Antonia Urrejola, Ministra de Relaciones Exteriores, señalaron que esta instancia "es una votación histórica y un momento para celebrar". Es preciso mencionar que, el hecho de haber aprobado este tratado internacional, conlleva una transformación medioambiental en Chile.
Más aún en asuntos políticos, porque las leyes deben ir de la mano con un profundo proceso hacia una mirada que integre la escasez hídrica en Chile y la crisis climática que cuenta con diversos actores. Además, cada país tiene su propia realidad en las áreas culturales, sociales, económicas, educativas y ambientales.
Y ¿qué otros países ya se han adherido al Acuerdo de Escazú? Dentro de ellos encontramos a Argentina, Ecuador, Bolivia y Uruguay. También se han integrado México, Panamá y Nicaragua.
Profundicemos para comprender lo que viene
Una de las aristas que más ha hecho "ruido" dentro del Acuerdo de Escazú es el acceso a la información ambiental, porque ello implica que cualquier persona puede solicitar y recibir datos, sin la necesidad de exponer justificaciones. Esa información debe ser aquella que muestra la realidad de una situación, no el "disfraz".
Y hay un punto importante aquí: la denegación del acceso a la información ambiental. Por ejemplo, cuando estos datos ponen en riesgo la vida de una persona o afecte la seguridad nacional. También cuando se generan efectos negativos en la protección del medioambiente y la ejecución de la ley.
Por otra parte, en el artículo 7 del Acuerdo de Escazú se menciona la "participación pública en los procesos de toma de decisiones ambientales". En estas instancias, las personas que quieran ser parte de ello deben contar con la información de forma oportuna, efectiva y comprensible. Por ejemplo, sobre la naturaleza de la decisión ambiental, autoridades responsables y procedimientos para garantizar la participación de las personas "sin vacíos legales".
Si bien, se ha avanzado un peldaño, es imperativo ¡leer el Acuerdo de Escazú! Porque es una oportunidad para que seamos parte de una instancia directa hacia el desarrollo sostenible. Recordemos que este concepto se asocia a "cubrir nuestras necesidades, sin comprometer las necesidades de las generaciones futuras".