Buscando calor: ¿cuál es el sistema de calefacción más amigable?
¿Leña, gas, parafina, electricidad u otro? El frío extremo que se ha dejado sentir este invierno, y las crisis del calentamiento global y la biodiversidad nos instan a buscar un equilibrio entre nuestro confort y el bienestar del medio ambiente. ¿Qué podemos hacer?
Seco y frío. El resumen para un 2021 nefasto en cuanto a los montos de precipitaciones acumulados que se traducen en el 55% de déficit de agua caída a la fecha entre las regiones de Coquimbo y Magallanes. Peor aún, entre La Serena y Curicó este año está al debe en un 70%. Y ante la falta de lluvias, de contra partida, este invierno ha sido particularmente exagerado con el número y la intensidad de las heladas que han llevado los termómetros hasta -7 °C en los valles de la zona central.
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Condiciones que dificultan la ventilación, por lo cual este año han aumentado los episodios críticos de contaminación ambiental. Entonces, ante estas circunstancias y en la búsqueda del esquivo calor invernal, ¿cuál será el sistema de calefacción más amigable con el medio ambiente? Antes de responder debemos saber que existen cuatro pilares fundamentales para calefaccionar nuestros hogares de manera eficiente.
- Mejorar el aislamiento de las viviendas para evitar la pérdida de calor.
- Cambiar los antiguos sistemas de calefacción por tecnologías más eficaces y limpias.
- Escoger bien el combustible que nos proporcionará la energía.
- Educación ambiental, ya que la mala manipulación de las estufas genera inconvenientes más allá de la tecnología que se utilice.
A lo anterior debemos agregar la conciencia de cada ser humano, ya que no existe el generador de energía impoluto, es decir, que no contamine o que no genere algún impacto en el medio ambiente.
Leña al fuego
La diversidad de Chile hace que existan muchas formas de calefaccionar nuestros hogares, aunque, en el centro-sur de país la leña es la principal fuente de calor debido a su menor costo en comparación con otras fuentes energéticas. ¿Es este el origen del problema de la contaminación ambiental?
“El problema es el método, porque se utilizan muchas estufas a combustión lenta que son grandes responsables de la contaminación. ¿Por qué? Por su operación, ya que las personas cierran el tiraje de la estufa para que la leña se queme lentamente y eso lo hace que ingrese menos oxígeno de manera que no se completa la combustión. En síntesis, lo que vemos como humo son partículas (MP10 y MP2,5) de material que no se quemaron como corresponde. Este problema se acrecienta si es que, además, se usa leña húmeda, porque la energía no se concentra en darnos calor, sino que en evaporar el agua que contiene la leña por lo que se genera mayor cantidad de humo”, explica Gustavo Ciudad Bazaul, director del Instituto del Medio Ambiente de la Universidad de la Frontera (Ufro) desde Temuco.
El experto llama a no denostar la leña, ya que es “el combustible por excelencia en el sur y debiese seguir siendo así. Lo que pasa es que muchas personas la manejan mal por lo que su utilización ha sido demonizada, o porque los productores y distribuidores de la leña hacen un mal manejo de ella”.
¿Con qué darnos calor?
Gustavo Ciudad insiste en que antes del sistema para calefaccionar, lo principal es la aislación de la vivienda para mantener una temperatura de confort (20 °C). ¿Dónde pierde calor nuestra casa? Por las ventanas, las paredes, las puertas, el suelo y el techo.
¿Con qué calefaccionar? “Existen varias tecnologías, pero considerando las características del centro-sur del Chile está la calefacción con estufas a pellet. ¿Por qué? Porque el pellet es certificado, tiene una humedad menor al 10% y no es manipulable por las personas. El tema es que muchas veces falta stock, por lo que la gente debe prepararse antes del invierno. Las estufas de pellet tienen más de un 90% de eficiencia”.
“Además, hay otros sistemas de calefacción, pero que utilizan combustibles fósiles y esto atenta contra los esfuerzos por disminuir su utilización debido al cambio climático, como la parafina (kerosene), y el gas licuado y natural. Además, está la electricidad que depende de cómo se genere para recomendarla o no”, enfatiza el especialista.
Energía distrital
Más allá de los métodos tradicionales, y en busca de una solución más eficiente, el Instituto del Medio Ambiente de la Ufro está impulsando la energía distrital. ¿En qué consiste? “En entregar un servicio a través de calefacción con agua caliente”.
¿Cómo? “Por medio de una central que utiliza biomasa certificada para calentar el agua y distribuirla en las viviendas de un determinado sector (como la calefacción central que tienen muchos departamentos en Santiago, por ejemplo)”, detalla Gustavo Ciudad.
¿Ventajas? “Tienes una central certificada bajo estrictas normativas de eficiencia, que muchas veces el ciudadano común no cumple, y que es fiscalizada. Además, estamos impulsando el compartir con las viviendas el calor residual de algunas empresas que dentro de sus procesos productivos generan más calor del que utilizan. Lo mismo se puede hacer con el frío en el verano, es decir, sería un sistema de climatización en que la gente paga por un servicio eficiente y más barato que si se genera de manera individual”, resalta.
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Según el académico, “este sistema ya se está implementando en algunos condominios nuevos aquí en Temuco, y esperamos tener un piloto más grande para ser pioneros en Chile con este tipo de generación y distribución”.