Calefacción sustentable para capear el frío y cuidar la calidad del aire

Con el vivir de las semanas otoñales 2023, las mañanas se han sentido más frías, al igual que los atardeceres. Pasamos de vestir con poleras y sandalias, a abrigarnos por capas para prevenir resfríos debido al cambio brusco entre las temperaturas mínima y máxima.

Por lo mismo, te informarnos sobre las mejores opciones para resguardarnos del frío de una manera más armoniosa con nuestra atmósfera. En esta dirección, el Ministerio del Medio Ambiente (MMA) presenta 4 pilares esenciales para hablar de calefacción sustentable. ¿Cuáles son?

Primero, la educación ambiental. Segundo, la adquisición de calefactores más eficientes y menos contaminantes. Tercero, la importancia de la aislación térmica y, cuarto, optar por combustibles más limpios.

Aprendamos más sobre la calefacción sustentable

Considerando la definición del MMA, la calefacción sustentable hace referencia a “un conjunto de medidas que permiten calefaccionar tu hogar de manera más amigable con el medio ambiente, ya que se utilizan calefactores más eficientes y combustibles más limpios”. Como consecuencia, mejora la calidad de vida de nuestra sociedad y disminuyen los casos de enfermedades respiratorias.

A la hora de elegir un calefactor, es necesario tener en cuenta estas importantes características:

• que emita bajas o nulas emisiones de gases contaminantes dentro y fuera de tu hogar;
• que posea un control automático de temperatura con un alto nivel de eficiencia (sobre el 80%);
• que cuente con una potencia acorde al tamaño y las necesidades de la casa;
  
• que cuente con certificación de la Superintendecia de Electricidad y Combustibles (SEC).
  

Como sabemos que no todas las personas cuentan con los ingresos suficientes para este tipo de adquisiciones, el MMA ofrece el Programa Recambio de Calefactores, cuyo objetivo es reducir las emisiones contaminantes generadas por la combustión residencial a leña. La única condición para obtener un nuevo calefactor es entregar el antiguo (cocina o calefactor), que debe estar en uso e instalado al interior de la vivienda.

Episodios críticos: cuando el aire que respiramos se satura de contaminantes

En Chile, el período de Gestión de Episodios Críticos (GEC) en zonas declaradas como saturadas, comienza el 01 de abril y termina el 31 de agosto de cada año, tanto en la Región Metropolitana como en la comuna de Curicó. Desde Talca a la Región de Aysén, este período se extiende hasta el 30 de septiembre. En su mayoría, estos episodios críticos están orientados por las normas de calidad del aire relacionadas al Material Particulado 10 (MP₁₀) y al Material Particulado 2,5 (MP_2,5).

Pero ¿qué rol cumple la meteorología en este escenario? Cuando la atmósfera nos regala harto viento en estos meses, los contaminantes se dispersan con mayor facilidad. No obstante, cuando tenemos poco viento, la situación se complica, ya que los gases contaminantes quedan atrapados, sobre todo, en ciudades ubicadas en cuencas orográficas.

Aquí la ventilación es clave, y los estudios han comprobado esta estrecha relación, poniendo en la palestra ciertas configuraciones meteorológicas que juegan en contra de una buena calidad del aire. En el caso de Chile, cuando se desplazan los sistemas frontales sobre algunas regiones, el viento es mayor y tiene una dirección desde el Océano Pacífico hacia la Cordillera de Los Andes. Por ende, llega aire más fresco y respirable a la zona.

El problema se presenta cuando el viento predomina desde el este, es decir, desde la Cordillera de Los Andes hacia el Océano Pacífico. Un claro ejemplo es lo que ocurre con las fases de desarrollo y madurez de la vaguada costera, ya que va acompañada de un centro de baja presión que, en su lado sur, genera este tipo de condiciones meteorológicas: viento del este con aire seco y frío en invierno. Bajo este último escenario es donde se producen los mayores episodios críticos de contaminación del aire, principalmente, en la zona central de Chile.