¿Cómo se sentiría un aumento de más de 3 °C en la temperatura global?
Actualmente, el mundo no está en camino de limitar el calentamiento global a 1,5 °C, y las temperaturas podrían aumentar por sobre 3 °C hacia el 2100. Pero ¿cómo sentiremos realmente esto?
En los últimos cinco años, la temperatura global más alta registrada se ha documentado dos veces: en 2016 y 2020. La temperatura media de la superficie de la Tierra en 2020 fue 1,25 °C por sobre el promedio mundial entre 1850 y 1900, antes de la industrialización y antes de que la actividad antropogénica comenzara a emitir grandes cantidades del gas de efecto invernadero, dióxido de carbono.
Pero eso es solo 0,25 °C por debajo de los 1,5 °C establecidos por el Acuerdo de París en 2015, para limitar el aumento de la temperatura global y así prevenir, o al menos evitar, algunos de los impactos más dañinos del cambio climático.
Sin embargo, el mundo actualmente no está en camino de limitar el calentamiento global a 1,5 °C. Los objetivos anunciados en París darían lugar a un calentamiento muy por encima de los 3 °C para 2100, en comparación con los niveles preindustriales. Si continuamos por esta vía, las temperaturas seguirán aumentando, trayendo aún más inundaciones catastróficas, incendios forestales, clima extremo y la destrucción de especies.
Calentamiento diferente para todos
Independientemente de cuánto se caliente el mundo, los efectos no serás iguales para todos. Investigaciones anteriores que utilizan modelos climáticos sugieren que el Ártico, el centro de Brasil, la cuenca del Mediterráneo y el territorio continental de EE. UU. tendrán temperaturas mucho más altas que el promedio mundial. Pero, ¿qué significa eso?
"Las estadísticas de 'temperaturas medias globales' y 'puntos calientes regionales' son conceptos abstractos, útiles para los responsables de la formulación de políticas, pero no es algo que cualquier persona pueda sentir realmente", explica el profesor Robert Wilby, experto en modelos hidroclimáticos de la Universidad de Loughborough.
“Es más, las proyecciones de temperatura de los modelos climáticos globales son típicamente para paisajes silvestres o agrícolas, y consideran un promedio en decenas a cientos de kilómetros cuadrados. Estas proyecciones están muy lejos de las condiciones que se encontrarán en las calles de la ciudad, en el interior de los lugares de trabajo, en los espacios públicos y en nuestros hogares. Pero estos son los lugares donde se decidirá la salud, la comodidad y la productividad durante las olas de calor más intensas que traerá el cambio climático ”.
Wilby dice que los análisis de la Oficina Meteorológica del Reino Unido sugieren que temperaturas globales por encima de 4 ºC, con relación a los niveles preindustriales, pueden alcanzarse hacia la década de 2060. “Las proyecciones climáticas sugieren que 4 °C de calentamiento global podrían traer temperaturas de 43 °C a Cambridge”, dice. Pero esta proyección para el día de verano más caluroso para Cambridge de la década del 2060, implicó en ajustar los modelos climáticos con las temperaturas promediadas de las estaciones meteorológicas.
“Estas tienden a estar ubicados lejos de fuentes de calor artificial y, a menudo, en áreas con césped y vegetación”, agrega Wilby. "Las superficies de asfalto y los centros urbanos altamente densos tienden a presentar varios grados a más, y se comportan de manera muy diferente a las estaciones meteorológicas rurales".
Población urbana expuesta al calor extremo: realidad y desafíos.
Entonces, lo que se siente como 4 °C en una área específica, puede sentirse más cálido en otra parte. Los modelos climáticos tienden a simular temperaturas para áreas urbanas, suavizando los valores extremos que pueden registrarse en días puntuales. También ignoran las medidas tomadas por las ciudades para adaptarse al aumento de las temperaturas, como el aumento de los espacios verdes o los techos reflectantes. Las variaciones complejas de temperatura a nivel de calles siguen sin resolverse, lo que significa que incluso los modelos más modernos probablemente subestiman la verdadera gravedad del calentamiento futuro en las áreas urbanas.