Calentamiento global non-stop: ¿Qué significa ser carbono neutral?
El reconocido conservacionista británico, David Attenborough, afirmó que si “seguimos por el camino actual nos enfrentamos al colapso de todo lo que nos proporciona seguridad”. ¿Estamos en camino a revertir tan magro presagio? NO.
“Nuestro país se comprometió a lograr la carbono neutralidad al año 2050”. Más de alguna vez te habrás topado con esta oración en un titular o una bajada informativa, pero ¿sabes lo que significa? Ser carbono neutral es conseguir que tus emisiones de gases de efecto invernadero sean equivalentes a cero, es decir, que tu capacidad de emitir sea la misma que tienes para captar estos gases causantes del calentamiento global, especialmente, de Dióxido de Carbono (CO2).
Dicho de otra forma, el resultado de la resta entre las emisiones de gases de efecto invernadero que genera una persona, una casa, una empresa o un país, y su capacidad para retirarlas de la atmósfera debe ser igual a cero.
Un ejemplo. Supongamos que tu casa la calefaccionas con gas natural, por lo tanto, aportas gases de efecto invernadero al ambiente; pero en el patio de tu casa tienes tantos árboles que son capaces de capturar las emisiones que liberas por la calefacción, entonces, estás compensando la contaminación causada.
Para mayor claridad debemos entender que la carbono neutralidad no significa que cesen las emisiones de gases de efecto invernadero, porque nuestra vida continúa y cada paso que damos, de manera individual y colectiva, deja una huella. Claro, porque TODAS las actividades que desarrollamos los seres humanos están relacionadas con el medioambiente. Desde la alimentación, el transporte, la energía, hasta la manera en que manejamos nuestros residuos causan un impacto en la biodiversidad.
Gran parte de lo que hacemos a diario se relaciona con materias primas derivadas de los combustibles fósiles, vale decir, del petróleo, el carbón y el gas. Todo eso, sumado a la deforestación y la contaminación, dejan una marca perjudicial en el planeta.
¿Por qué carbono neutralidad?
La emisión desmedida de gases de efecto invernadero, producto de la actividad humana, son causantes del calentamiento global. El calentamiento global es el alza sostenida de la temperatura promedio de la Tierra, un proceso natural a lo largo de la historia, pero que se ha visto intensificado y acelerado a partir de la Revolución Industrial (Siglos 18-19) que basó su empuje en la quema de combustibles fósiles y la deforestación.
Este aumento de la temperatura está poniendo en riesgo la vida sobre el planeta. Así, tal como lo lees. Tanto así que, hace unos días, del destacado conservadurista y divulgador científico británico, David Attenborough, afirmó ante Naciones Unidas (ONU) que si “seguimos por el camino actual nos enfrentamos al colapso de todo lo que nos proporciona seguridad: Producción de alimentos, acceso al agua fresca, temperaturas ambientales habitables y cadenas de alimentación en el océano. Si la naturaleza no puede proveernos nuestras necesidades más básicas, gran parte de la civilización colapsará pronto”.
¿Qué significa? Que los efectos del calentamiento global, entre ellos el cambio climático y la aparición de nuevas enfermedades infecciosas, harán inhabitable la Tierra provocando la sexta extinción masiva en el planeta, entre ella, la de gran parte de los seres humanos.
Así de fuerte, así de directo.
¿Cómo bajarle “la fiebre” al planeta?
“La temperatura global promedio en 2020 se establece en aproximadamente 1,2° Celsius por encima del nivel preindustrial (1850-1900). Existe al menos un 20% de posibilidad de que supere temporalmente 1,5 °C para 2024”, expresó el secretario general de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), Petteri Taalas.
En 2015, 197 países se comprometieron (Acuerdo de París) a realizar los esfuerzos para limitar el alza de la temperatura media del planeta en menos de 2 °C a fines del presente siglo, ya que los científicos advierten que de alcanzar sólo 1,5° ya traería catástrofes ecosistémicas. ¿Cómo va eso? Hasta diciembre de 2020, cinco años después y con varias décimas de grado más de calentamiento, sólo 75 países presentaron a revisión sus Contribuciones Nacionales Determinadas (NDC) ante la ONU, es decir, sus planes para para lograr el objetivo antes mencionados. En síntesis, insuficiente. En conclusión, se nos acaba el tiempo y ni la amenaza real del colapso motiva a quienes gobiernan.
Para lograr la carbono neutralidad, primero, debe existir voluntad. Y luego, bueno, eliminar la generación de energía basada en la quema de combustibles fósiles (petróleo, carbón, gas). Además, se debe mejorar la eficiencia energética e innovar en tecnologías que nos permitan conseguirla de manera sostenible. Terminar con la deforestación sin control, disminuir la ingesta de alimentos basados en la carne, eliminar el consumo desmedido de bienes superfluos, en fin.
Y no es sólo un tema de gobiernos o grandes multinacionales, porque está claro que sus urgencias son otras, sino que también de cada uno de nosotros. Mientras nosotros, tú y yo, no modifiquemos nuestros hábitos de consumo, la carbono neutralidad quedará en la teoría, o en el mejor de los casos, en una manifestación de buenas voluntades. Y con la voluntad, perdónenme, no alcanza.