Cambio climático: los daños económicos asociados son seis veces mayores de lo que se pensaba, según un reciente informe
Los resultados de una investigación publicada este mes de mayo señalan que los daños asociados al cambio climático son unas seis veces mayores de lo que se pensaba. De continuar esta tendencia la riqueza global se podrá limitar considerablemente.
Los daños económicos que genera el cambio climático resultan ser seis veces peores de lo que se pensaba en un principio, de acuerdo a un informe que relata The Guardian. Con ello, se estima que el calentamiento global reducirá la riqueza a un ritmo equivalente al de las pérdidas financieras de una guerra permanente.
Un informe publicado por el National Bureau of Economic Reserarch (NBER), un aumento de 1 ºC en la temperatura global provoca un descenso del 12 % en el producto bruto interno (PIB) mundial, una estimación que resulta muy superior a la de análisis anteriores. El planeta ya se ha calentado más de 1 ºC desde la era preindustrial y muchos climatólogos prevén un aumento de 3 ºC para finales de siglo debido a la quema de combustibles fósiles, una situación que, según el nuevo documento de trabajo, aún pendiente de revisión por pares, tendrá un enorme coste económico.
El equipo de investigadores, integrado por Adrien Bilal de la Universidad de Harvard y Diego R. Känzig de la Northwestern University, descubrió que las perturbaciones de la temperatura mundial están mucho más correlacionadas con los fenómenos climáticos extremos que las perturbaciones de la temperatura a nivel nacional. Según el documento, un aumento de la temperatura de 3 ºC provocará "un descenso vertiginoso de la producción, el capital y el consumo que superará el 50 % en 2100".
Tan grave como el daño causado por una guerra permanente
En un planeta con 3 ºC de aumento de la temperatura global, la pérdida económica resultaría tan grave como el daño causado por una guerra interna y permanente. Adrien Bilal indicó a The Guardian que "seguirá habiendo cierto crecimiento económico, pero a finales de siglo la gente podría ser un 50 % más pobre de lo que habría sido de no ser por el cambio climático".
Según el estudio, el poder adquisitivo, es decir, cuánto puede comprar la gente con su dinero, sería ya un 37 % superior al actual sin el calentamiento global de los últimos 50 años. Esta riqueza perdida se disparará si la crisis climática se agrava, comparable al tipo de sangría económica que suele verse en tiempos de guerra. Hoy en día muchos costos se han disparado ya por el valor adicional que hay en producir cosas ante un clima más hostil.
Los autores aclaran que la comparación con la guerra es sólo en términos de consumo y PBI, ya que todo el sufrimiento y la muerte no se incluye en este análisis. "La comparación puede parecer chocante, pero en términos de PBI puro hay una analogía. Es un pensamiento preocupante" aseveró también Bilal.
El impacto será uniforme en todo el mundo
Las diferencias respecto de otros estudios es muy marcada para este caso. El documento estima pérdidas económicas mucho más elevadas. Se calcula un coste social del carbono, es decir, el coste en dólares de los daños causados por cada tonelada adicional de emisiones de carbono, de 1.056 dólares por tonelada. En comparación, la Agencia de Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos (EPA) calcula que el coste es de unos 190 dólares por tonelada.
Los investigadores buscaron un análisis más general, en lugar de ver esos costos país por país, resultando el coste económico del cambio climático al analizarlo a escala mundial, en lugar de por países. Este enfoque, dijeron los actores, capta la naturaleza interconectada del impacto de olas de calor, tormentas, inundaciones y otros impactos climáticos cada vez peores que dañan el rendimiento de las cosechas, reducen la productividad de los trabajadores y reducen la inversión de capital.
El documento concluye que “el impacto económico de la crisis climática será sorprendentemente uniforme en todo el mundo, aunque con los países de renta más baja partiendo de un punto más bajo de riqueza. Esto debería impulsar a países ricos como Estados Unidos a tomar medidas para reducir las emisiones que calientan el planeta en su propio interés económico”. Será un fenómeno de evolución lenta, aunque los impactos se notarán mucho cuando lleguen.