Cambio climático y el futuro incierto de las costas chilenas
Los aumentos del nivel del mar debidos al cambio climático pueden parecer pequeños y lentos, pero aún así implican grandes riesgos, tanto para las comunidades costeras como para las infraestructuras que allí se ubican.
Ya es sabido por todos que el cambio climático es una realidad que se ha instalado en el planeta y que está impulsada por la forma en que la humanidad se ha comportado desde la Revolución Industrial a la actualidad. Y este cambio climático tiene su más característica expresión en el aumento de las temperaturas medias a nivel mundial.
Si bien la evolución de este fenómeno está en constante estudio y actualización, el último año nos sorprendió siendo uno de los más calurosos de la historia desde que se tiene registro. Y principalmente este aumento de temperaturas anómalo reciente ha provocado grandes pérdidas de masa de hielo en ambos polos durante el último año, alcanzando aumentos récord del nivel de las aguas oceánicas de hasta 2,2 mm tan sólo en dos meses.
Los aumentos del nivel del mar, aunque parezcan pequeños y de avance lento, provocan grandes problemas en todas las costas del planeta, siendo las costas arenosas o playas, las que se ven afectadas más rápidamente. Si bien el aumento del nivel del mar se mide en la vertical, éste se traduce en varias veces esa distancia sobre la horizontal, siendo mayor cuanto más plana u horizontal es la playa. Esto quiere decir que el avance de las olas penetrará cada vez más hacia tierra y que los efectos erosivos del oleaje propiciarán la desaparición paulatina de la arena de la playa y de las dunas de protección, si es que existen. Este efecto es especialmente problemático en costas antropizadas o zonas urbanas, donde la erosión puede llegar a provocar la inestabilidad de las construcciones que allí se ubican.
En Chile ya se ha demostrado que las playas están teniendo una tendencia clara a la erosión en un estudio publicado por el Ministerio de Medio Ambiente y del cual participaron varias instituciones académicas y de investigación chilenas. Y, teniendo en cuenta las proyecciones de aumento del nivel del mar publicadas por The Intergovernmental Panel on Climate Change (ICCP), a futuro las playas chilenas pueden llegar a perder hasta 15 a 20 metros a finales de la mitad del siglo actual para la proyección del escenario RCP8.5.
Pero además, en Chile tenemos una condición muy especial, y es la ocurrencia de terremotos de gran magnitud que provocan indiferentemente alzamientos o subsidencias (hundimientos) del terreno. La subsidencia del terreno, a efectos prácticos puede equipararse a un aumento relativo del nivel del mar, donde lo que sube no es el mar, sino que baja el terreno. Por el contrario, un alzamiento del terreno produce el efecto contrario, equiparable a la disminución relativa del nivel del mar en esa zona. Y estos cambios debidos a terremotos son cambios instantáneos, en contraposición con los cambios más lentos y graduales cuando se deben exclusivamente al cambio climático. Es por esto que las proyecciones climáticas, en conjunto con los posibles movimientos debido a terremotos, hacen que la proyección a futuro en las costas de Chile sea incierta.