Canadá se prepara para otra temporada de incendios, mientras arden los llamados "incendios zombis"
Según las predicciones del gobierno canadiense, este año podrían producirse incluso más incendios forestales que el año pasado.
Según un anuncio del New York Times, en 2023, miles de incendios quemaron decenas de millones de hectáreas y desataron enormes nubes de humo que envolvieron las principales ciudades de Estados Unidos, como Nueva York y Washington.
Según él, los incendios de este año podrían ser especialmente graves en dos de las provincias más propensas a sufrir incendios, donde alrededor de 150 de los incendios que comenzaron durante la temporada del año pasado continúan ardiendo este invierno, bajo suelos cubiertos de nieve.
Los "incendios zombis"
Esta designación es un término popularizado recientemente en los medios canadienses. Este tipo de incendios persisten durante todo el invierno porque la turba porosa y el musgo que cubren el suelo en las zonas del norte les sirven como combustible subterráneo.
Se trata de un fenómeno anual en algunas zonas del país, donde nunca se habían registrado tantos incendios en un solo invierno, lo que hace temer que muchos de ellos puedan volver a estallar en la superficie.
El riesgo de incendios forestales en Canadá ha ido aumentando debido principalmente al cambio climático, que está incrementando las condiciones cálidas, secas y tormentosas que provocan sequías.
Dadas las condiciones de sequía en partes del oeste de Canadá y otros efectos climáticos extremos, Harjit Sajjan, ministro canadiense de preparación para emergencias, dijo que no era sorprendente que el pronóstico de incendios forestales fuera "alarmante".
Harjit Sajjan, Ministro canadiense de Preparación para las Situaciones de Emergencias.
Muchos de los incendios subterráneos que arden actualmente en las provincias de Columbia Británica y Alberta no suponen un mayor riesgo de provocar incendios forestales en primavera porque están en lugares tan carbonizados que no hay vegetación que quemar.
Pero otros se encuentran en áreas que la sequía ha convertido en polvorines, lo que genera temores de que puedan provocar incendios cuando llegue la primavera.
El año pasado, los incendios forestales quemaron alrededor de 48 millones de hectáreas de bosque en todo Canadá, un área aproximadamente del tamaño de Finlandia, y un asombroso aumento del 170% con respecto al año anterior, según el Centro Interagencial Canadiense para Incendios Forestales.
Sin embargo, según Mike Flannigan, profesor de ciencia de incendios forestales en la Universidad Thompson Rivers en Kamloops, Columbia Británica, la nieve que aún puede caer en primavera podría ayudar a combatir las condiciones secas.
Pero este año, añadió, los pronósticos a largo plazo sugieren una sequedad continua y temperaturas más cálidas de lo habitual.
Mike Flannigan, académico de la Universidad Thompson Rivers.
Dado que los incendios invernales son subterráneos y pueden producir poco o ningún humo visible, localizarlos puede ser un desafío. El servicio de incendios forestales de Columbia Británica ha dependido de sensores en aviones y satélites para buscar calor, aunque la capa de nieve reduce su efectividad.
Preparación para emergencias
Según el ministro Sajjan, Canadá estará mejor preparado este año para combatir incendios y evacuar comunidades. Aunque las provincias y territorios son responsables de combatir los incendios, los fondos federales han permitido capacitar a 600 bomberos más en todo el país.
Se ha revisado un sistema destinado a permitir a las provincias compartir personal y equipos para hacerlo más eficiente y acelerar el intercambio de información. Se han aumentado las reservas de equipos y se están introduciendo o probando nuevas técnicas y tecnologías, incluida la extinción de incendios nocturna.
Aunque la temporada de incendios de este año parece terrible, el profesor Flannigan destacó que esto es sólo un pronóstico.