¡Caraduras! Revelan lobby de gobiernos para alterar informes del IPCC
Mientras, un nuevo estudio de Naciones Unidas confirma que los países siguen con sus planes de producir grandes cantidades de combustibles fósiles pese a los compromisos para reducir las emisiones de carbono. Todo esto a sólo días de la COP26.
Pese a que el 99,9% de los artículos científicos del mundo concuerdan en que el cambio climático acelerado es producido por la actividad humana, pese a que los expertos advierten que de seguir a este ritmo a fines de siglo la temperatura media del planeta subiría 5 °C en comparación con la era preindustrial, pese a que nos encaminamos hacia la sexta extinción masiva del planeta (seres humanos incluidos), pese a la emergencia climática y ecológica que ya padecemos, pese a todo; los tomadores de decisiones nos engañan con una sinvergüenzura descarada.
A días de la realización de la Conferencia sobre Cambio Climático (COP26) en Glasgow, Escocia (31 de octubre al 12 de noviembre), la BBC reveló por medio de una filtración de documentos que países como Arabia Saudita, Japón, Australia, India, China, Noruega, Argentina y Brasil le “piden a las Naciones Unidas (ONU) que minimice la necesidad de dejar de usar rápidamente los combustibles fósiles”.
Demoledor reporte científico del IPCC: “Código rojo para la humanidad”.
“También muestra que algunas naciones ricas están cuestionando el pagar más a los estados más pobres para ayudarlos a adoptar el uso de energías más limpias”, detalla la nota del medio británico.
Las filtraciones consisten en “más de 32.000 presentaciones realizadas por gobiernos, empresas y otras partes interesadas al equipo de científicos que compila el informe de la ONU diseñado para reunir la mejor evidencia científica sobre cómo abordar el cambio climático”, detalla la publicación periodística.
¿Qué dicen?
De acuerdo con el trabajo de la BBC, “un asesor del ministerio de Petróleo de Arabia Saudita exige que ‘la necesidad de acciones de mitigación urgentes y aceleradas a todas las escalas deberían eliminarse del informe’".
Además, revela otros escritos en el mismo tono como el de “un alto funcionario del gobierno de Australia quien rechaza el cerrar las centrales eléctricas de carbón”. Arabia Saudita es uno de los mayores productores de petróleo del mundo y Australia es el principal exportador de carbón.
En tanto la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) le pide al IPCC que elimine de su informe la frase “el activismo de los grupos de presión, protegiendo los modelos comerciales de extracción de rentas, evita la acción política”.
Brasil y Argentina, dos de los mayores productores cárnicos del planeta, argumentan en contra de la necesidad de reducir el consumo de carne para bajar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
Frente a estas filtraciones, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) comunicó al medio británico que “nuestros procesos están diseñados para protegernos de los grupos de presión de todos los sectores".
"El proceso de revisión es, y siempre ha sido, absolutamente fundamental para el trabajo del IPCC, y es una fuente importante de solidez y credibilidad para nuestros informes", sostuvo.
Más petróleo, gas y carbón
La revelación se dio a conocer horas más tarde de un nuevo estudio del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) el que advierte que “los gobiernos proyectan un aumento colectivo de la producción mundial de petróleo y gas en las próximas dos décadas, a pesar de haber elevado sus compromisos climáticos para limitar el calentamiento de la Tierra a 1,5 °C”.
El informe anticipa que los planes y proyecciones de producción de los gobiernos supondrían 240% más de carbón, 57% más de petróleo y 71% más de gas en 2030. Es decir, un 110% más de combustibles fósiles de lo que sería coherente para alcanzar el objetivo de limitar el calentamiento en 1,5 °C.
El documento precisa que los países del G20 han destinado casi 300.000 millones de dólares en fondos adicionales a actividades de combustibles fósiles desde el comienzo de la pandemia del COVID-19, una cantidad superior a la que han asignado a energías limpias.
“La ventana se está cerrando rápidamente”, alertó Inger Andersen, directora ejecutiva de la agencia de la ONU. Y agregó que “los gobiernos deben dar un paso al frente adoptando medidas rápidas e inmediatas para cerrar la brecha de producción de combustibles fósiles, y garantizar una transición justa y equitativa”.
Claramente estos llamados no han sido oídos y ni la evidencia científica tomada en consideración por los tomadores de decisiones de las principales potencias del mundo, precisamente, los mayores responsables de emergencia climática y ecológica que padecemos y que, a este ritmo, nos conduce hacia la sexta extinción masiva. Gracias por eso y más, ¡caraduras!