Científicos alertan del rápido crecimiento de la Anomalía del Atlántico Sur
La Anomalía del Atlántico Sur es un gran misterio. Recientemente, datos de la ESA revelaron que ha crecido en al menos un 5% en los últimos 3 años. ¿En qué consiste este fenómeno y por qué nos preocupa?
El crecimiento de la Anomalía del Atlántico Sur (SAA, según sus siglas en inglés) provoca desconcierto entre los científicos. En un reciente informe, publicado en enero de 2023 por la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA), de los Estados Unidos, se describe el estado actual del campo magnético de la Tierra. Llama la atención el desarrollo de la SAA, que se ha acentuado y desplazado más hacia el oeste.
Una recopilación de datos satelitales de la Agencia Espacial Europea (ESA) han permitido verificar la extensión progresiva de esta anomalía. En efecto, nuevos estudios confirman que la Anomalía del Atlántico Sur se ha ampliado alrededor de 20 km por año. Antes de entender en qué nos podría afectar, conozcamos el fenómeno en cuestión.
¿Qué es la Anomalía del Atlántico Sur?
Para la Tierra, el campo magnético es una protección vital. Generado por el hierro fundido que se encuentra en su núcleo exterior, el campo magnético impide que penetren en la atmósfera la radiación cósmica y las partículas cargadas del Sol. Este escudo también presenta fallas, ya que no presenta la misma intensidad en todo el planeta.
La Anomalía del Atlántico Sur es una zona entre África y América del Sur donde el campo magnético se debilita. En el mismo sector, se ha podido identificar un mayor acercamiento al planeta del cinturón de radiación de Van Allen, un área de la magnetosfera terrestre donde se concentra un gran número de partículas cargadas.
En un estudio reciente, se sugieren las causas de estas anomalías dependen en gran medida de la velocidad a la que fluye el calor desde el núcleo de la Tierra hacia el manto. Es igualmente difícil comprender el origen de la SAA: ¿es algo reciente?, ¿es de corta o larga duración? Son varias las interrogantes que convierten en un misterio a la Anomalía del Atlántico Sur.
¿A qué nos enfrentamos?
El constante flujo de partículas energizadas genera problemas técnicos a bordo de los satélites y las naves espaciales e incluso en la propagación de ondas de radio, pero generalmente no afecta a la vida en la Tierra. Estos impactos podrían causar una pérdida significativa de información o un daño permanente en los satélites, obligando a sus operadores a apagarlos temporalmente antes de que entren en la zona de anomalía, informan en Science Alert.
El Modelo Magnético Mundial (WMM) ha servido para monitorear la SAA y mostrar su evolución con gran precisión. Con la simulación, se ha determinado que el área afectada ha aumentado en un 5% desde el 2020. Es por ello que se puede conocer dónde está el mayor riesgo de daños en las telecomunicaciones.
Descubrimientos desde Chile
En 2018, un grupo de científicos de la Universidad de Chile encontró una relación entre las variaciones geomagnéticas y movimientos telúricos en diferentes puntos del planeta. El equipo detectó que campo magnético había disminuido en forma continua en Chile debido a la Anomalía magnética del Atlántico Sur, según detalló Enrique Cordaro, el investigador principal, en un comunicado.
Con este dato, pudieron determinar que el campo magnético tuvo un comportamiento que se repitió en terremotos específicos, como los de Maule (Chile) en 2010 y Tohoku (Japón) del 2011. Durante los eventos, observaron cambios bruscos en el campo magnético cercano a estos lugares antes del movimiento telúrico, agregan en los autores.
Mientras tanto, continuarán las investigaciones para entender mejor qué provoca esta gran anomalía del campo magnético.