Clima extremo en Siberia: de los incendios a los deshielos
La región rusa de Yakutia está sintiendo los efectos destructivos del calentamiento global, con olas de calor intensas, incendios frecuentes y deshielo del permafrost. Estas son algunas imágenes de los abrumadores incendios forestales que han afectado la región.
Siberia es conocida por sus inviernos largos y rigurosos, con temperaturas medias que pueden caer hasta los 49 ºC negativos en el extremo nordeste. Aún con la temperatura promedio de julio en 19 ºC, el clima continúa siendo glaciar, y la mayor parte del suelo permanece congelado durante el verano, lo que se conoce como permafrost.
Las temperaturas máximas en el verano siberiano pueden alcanzar los 30 ºC, sin embargo los científicos se han alarmado producto de las olas de calor de los últimos años. Según Thomas Smith, profesor asistente de geografía ambiental en el London School of Economics, esa región a sido objetivo de décadas de calentamiento, aumentando sus temperaturas más rápidamente que en cualquier otro lugar del planeta.
La primera mitad de este año fue excepcionalmente cálida, con temperaturas que en julio sobrepasaron 10 ºC el promedio. Este agosto, los termómetros en la ciudad de Verkhoyansk -al norte del Círculo Polar Ártico- llegaron hasta los 38 ºC, todo un récord.
Se cree que la tendencia de calentamiento del Ártico sea dos veces más rápido que la media global, debido en parte al fenómeno denominado de amplificación polar. El casquete polar, blanco y brillante, refleja cerca del 80% de la radiación solar incidente hacia el espacio. No obstante, las altas temperaturas han hecho con que los casquetes de hielo se alejen y dejen en su lugar aguas más obscura, que absorben los rayos solares. Esto acelera el proceso de fusión y dificulta la formación de nuevo hielo, acentuando aún más el calentamiento de la región.
Por otra parte, los vientos cálidos subtropicales están siendo empujados hacia el norte con más frecuencia producto de un cambio en las corrientes de aire, otro efecto del cambio climático. Todo esto ha contribuido en los últimos dos años para que la región tenga un clima más seco y temporadas de incendio más destructivas.
Fenómenos extremos climáticos llegaron a Siberia
Hay 155 incendios forestales activos en el noreste de Siberia. Dos aldeas ya comenzaron a ser evacuadas por las autoridades rusas, y 3.600 personas trabajan para contener la furia de las llamas, que ya consumieron un millón y medio de hectáreas de bosque. Las llamas han destruido al menos 31 casas y ocho edificios de mantención. El humo se extiende por más 3.000 km de la región de Yakutia hacia el Polo Norte. Este verano está por convertirse en el más cálido de los últimos 150 años.
El fuerte viento, de acuerdo con los dichos del brigadista Alexei Roslyakov, es el principal factor que impide que se realice una extinción más rápida de los incendios.
En los últimos años, Rusia registró altísimas temperaturas, y mucho especialistas asocian este fenómenos al cambio climático. El clima cálido, en conjunto con la negligencia por las reglas de seguridad contra los incendios forestales, ha potenciado su creciente número.
Permafrost, calor y gases de efecto invernadero
La mitad de la región de Yakutia se encuentra en pleno Círculo Polar Ártico y es cubierta por suelos orgánicos congelados, que producto de una ola de calor en 2020, están liberando hacia la atmósfera dióxido de carbono (CO2) y metano.
El gas metano, que se origina de la descomposición de la materia orgánica en el subsuelo, dejará de estar aprisionado producto del derretimiento del hielo. De alcanzar la superficie, su potencial de calentamiento es muchas veces superior al del CO2. Como si no fuesen suficientes las concentraciones de metano en el aire de Siberia, ahora pueden haber emisiones de este gas proveniente de formaciones calcáreas bajo el permafrost en deshielo.
Reducir el metano, la vía más concreta para frenar el cambio climático.
Los fuegos que afectan la turba, característica de la zona, pueden mantenerse durante meses bajo la superficie, liberando toneladas de carbono perjudiciales al planeta. Consecuencias de los cambios climáticos, con impactos dramáticos en el clina global ya sobrecalentado.