Frío y calor extremo fueron noticia en Sudamérica en el inicio de noviembre
A pocas semanas de comenzar el verano, parte de Sudamérica se sumergió en el frío extremo, mientras que la otra parte ha vivido intensas olas de calor. ¿Cómo esto fue posible?
En los últimos días, América del Sur ha sido foco de extremas anomalías de temperatura. Mientras al oeste de la cordillera las altas temperaturas provocan incendios y olas de calor en Chile, al este de la cordillera el frío permite heladas en Argentina e incluso nieve al sur de Brasil.
Según datos de modelos meteorológicos, las anomalías cálidas han superado los 10°C por sobre el promedio en el lado chileno, mientras que al oeste de la cordillera estuvieron por debajo los -10°C bajo el promedio y se extendieron hasta el extremo norte del continente.
Las consecuencias de las grandes anomalías
Las altas temperaturas en el lado chileno vienen acompañadas de repercusiones lamentables. Y es que no es sólo un número en el conteo de olas de calor, sino que también implica una mayor probabilidad de generar y controlar incendios forestales. En la primera semana de noviembre, se declararon varios incendios en el centro-sur de Chile y la ONEMI decretó Alerta Roja.
Por su parte, en Argentina, el Servicio Meteorológico Nacional dio cuenta de los récords de temperatura rotos provocados por la ola de frío. Entre los más sorprendentes destacan los -4,2 en Santa Rosa de Conlara y los -4,0 en Tandil, rompiendo los anteriores récords de temperatura mínima.
Otras consecuencia lamentable fueron las heladas tardías que dañaron varios cultivos en el centro y norte de Argentina.
Y por increíble que parezca, la masa de aire frío también causó estragos en Brasil, generando algunas nevadas en Santa Catarina y frío abajo de cero grados en varias ciudades de los estados del sur del país. Un fenómeno de esta magnitud no ocurría hace más de 100 años, según informaban medios locales.
Afortunadamente estas anomalías sólo permanecieron algunos días y todo volvió a una relativa normalidad, pero fueron un recordatorio de lo extremo que puede ser el clima de vez en cuando.
Calor y frío extremo en Sudamérica tuvieron el mismo origen
Resulta quizás difícil de pensar que tanto el calor extremo en Chile como el frío extremo en Argentina puedan tener un mismo origen. Pero en este caso es así. Y todo comienza con el paso de un sistema frontal por el sur del continente.
Los sistemas frontales que llegan al sur de Chile vienen acompañados de altas presiones de características frías que viajan detrás de la baja presión del sistema frontal. El origen de estas altas, llamadas altas migratorias, es la masa de aire frío que va empujando al aire cálido. Es por esto que después de las lluvias en Chile suelen venir el frío.
Para estas altas frías, la presencia de la cordillera de Los Andes significa un obstáculo difícil de sortear, al punto que el paso de las altas frías a lado argentino ocurre bien al sur del país, típicamente desde la Araucanía al sur. Esto genera una suerte de desbalance de la presión atmosférica en la costa de Chile lo que da origen a la formación de la vaguada costera, así lo explica la Dirección Meteorológica de Chile, en su artículo "Típico Chileno: La vaguada costera y su lado más desconocido". Los vientos del este provocados por la presencia de la vaguada costera son el mecanismo esencial para el aumento de la temperatura.
Ahora, cuando la alta presión fría logra pasar al lado argentino, el aire pasa completamente debilitado, menos acelerado debido al esfuerzo que significa cruzar el cordón montañoso. Este aire debilitado ahora no será influenciado por la rotación terrestre (efecto Coriolis) y sólo responderá a las diferencias de presión existentes: en este caso menos presión en el norte del Sudamérica debido al calor continental y más presión al sur debido a la entrada de la alta presión fría.
De esta forma, el aire frío se desplazará al norte sin impedimento hasta que la diferencias de presiones desaparezca, permitiendo que la masa fría alcance latitudes tropicales al oeste de la cordillera cosa que no ocurre al lado este.