Clima y Agua: Día Meteorológico Mundial 2020
De manera singular, este año, el Día Meteorológico Mundial comparte el tema 'Clima y Agua' junto al Día Mundial del Agua, que se conmemoró en el día 22 de marzo.
El 23 de marzo es reconocido como el Día Meteorológico Mundial, en el cual se conmemora el establecimiento de la Organización Meteorológica Mundial. El enfoque del tema de este año está dirigido al uso y manejo que debemos darle al agua ante los cambios que se están experimentando en el clima mundial y local, y cómo podemos usarla de forma más eficiente para contrarrestar sus modificaciones producto del cambio climático.
Los mayores desafíos del cambio climático están relacionados a la variabilidad que el agua presenta. No solamente grandes sequías serán un problema, sino que también inundaciones, la precariedad en la calidad y acceso al agua, disminución de las reservas (glaciares y nieve en alta montaña y regiones polares) por efecto del calentamiento global, la gestión del recurso hídrico para la producción de alimentos.
¿Cuáles deben ser los direccionamientos?
Es necesario conocer cuál es el real uso que le damos al agua y cómo podemos aprovecharla aún más. En muchas partes del mundo vemos como las precipitaciones han variado su distribución anual, haciendo con que cada vez sea más difícil mantener los niveles de los embalses dedicados al consumo humano.
El estudio de los eventos extremos, sequías e inundaciones, hará con que tengamos un mejor panorama de los efectos de los cambios del clima y su impacto en los diferentes ecosistemas del planeta, así como también nos permitirá mejorar los modelos climáticos y de tiempo para pronosticarlos de forma más precisa, tanto en duración cuanto en intensidad.
La reducción de la nieve y hielos permanentes en regiones montañosas y polares producto del calentamiento global está provocando modificaciones en los caudales, causando enormes impactos negativos en la agricultura, que muchas veces depende de la disponibilidad de agua proveniente de las montañas en períodos menos lluviosos, así como también perjudica la generación de energía hidroeléctrica. También se ha hecho evidente el aumento del nivel del mar, poniendo en peligro las regiones costeras.
Las sequías y el avance de las áreas desérticas está llevando a la migración de muchas comunidades y poblaciones en busca de recursos hídricos para poder sustentarse y tener alimento. En muchas regiones del planeta hacen falta políticas de mitigación y educación para fomentar la adaptación en estas áreas con pérdida de agua superficial, pero que muchas veces mantienen disponibilidad de aguas subterráneas posibles de utilización. Recursos y tecnologías pueden ser implementadas para sacar el mayor provecho al agua, aliadas a la utilización de fuentes renovables de energía.
Eventos de tiempo extremos como son las tormentas con grandes volúmenes de precipitación, están siendo más frecuentes. Esto lleva al rápido aumento en el nivel de ríos y la consecuente erosión en las márgenes. La construcción de viviendas en áreas ribereñas, sin la adecuada gestión territorial, pone en riesgo no solamente la infraestructura urbana, sino que también la vida de las personas que habitan en estos sectores.