¿Cuántas veces al día te lavas las manos? Los momentos clave que te pueden librar de una visita al médico

Un acto tan aparentemente sencillo como lavarse las manos elimina virus, bacterias y hongos que viajan en nuestras manos, causando la muerte a millones de personas cada año.

Se dice que el lavado frecuente de manos es una de las mejores “vacunas”. Esta afirmación está basada en la cantidad de enfermedades que se pueden evitar con una correcta higiene de manos.

Concretamente, según datos de la Unidad de Inteligencia Epidemiológica y Sanitaria Hospitalaria (UIESH) del Hospital Juárez de México, una persona que lleve a cabo una correcta higiene de manos sufrirá un 50% menos de diarreas y un 25% menos de enfermedades respiratorias. Este hábito es especialmente importante en menores de 5 años, muy vulnerables a diarreas por el riesgo de deshidratación y desnutrición, y ante los virus respiratorios.

¿Por qué el jabón funciona? ¿Funcionan igual todos los jabones?

En un contexto doméstico, es decir, para el hábito diario de lavado de manos, cualquier jabón va a ser capaz de acabar con la mayor parte de los virus, bacterias y hongos que hay en nuestras manos. Esto es así porque la mayoría de estos gérmenes están cubiertos por una capa de grasa que el jabón, por su composición molecular, es capaz de dejar inservible.

Dicho de otra forma, el jabón, desde el más potente lavaplatos hasta el delicado hecho de aceites, es un pequeño gran destructor. Pero para aprovechar todo su poder es importante que lleguemos a cada rincón de nuestras manos durante un tiempo nunca inferior a 20 segundos, preferiblemente 50.

Desde la pandemia de la Covid se han popularizado los geles hidroalcohólicos, pero es importante tener en cuenta que estos no deben sustituir el lavado de manos. Estas soluciones no son efectivas con una manos visiblemente sucias, pues a diferencia del lavado de manos, no arrastran lejos de nuestras manos la suciedad y todo lo que la habita, e incluso dejan “con vida” multitud de esporas y otros gérmenes que pueden seguir infectándonos.

Además, este producto es más agresivo con la piel que el jabón, por lo que su uso está recomendado como complemento del lavado de manos cuando haya que reforzar la desinfección, o bien en contextos en los que no sea posible lavarse las manos.

¿Cada cuánto hay que lavarse las manos?

Decir “cuándo estén sucias” sería lo fácil, pero lo cierto es que podemos no ser conscientes de esta suciedad, por lo que lo mejor es adquirir hábitos basados en “antes de” y “después de”. Vamos a ver cuáles son esos momentos.

  • Antes de: comer, cocinar o tocar alimentos, tocar un bebe o una persona enferma, curar una herida, tocarse cualquier parte de la cara. Esto es complicado, se estima que nos tocamos la cara 300 veces al día.
  • Después de: comer, cocinar o tocar alimentos, cambiar un pañal, ir al aseo, limpiar excrementos o cualquier otra suciedad, toser, estornudar o sonarse, tocar dinero o superficies muy manipuladas o curar heridas. En general, cuando venimos de la calle o de algún lugar público es lo primero que debemos hacer al llegar a casa, al trabajo o allá donde hayamos llegado.

Con todos estos supuestos, y según la experta Mireia Cantero, miembro de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública y Gestión Sanitaria (SEMPSPGS), menos de 10 lavados al día seguramente estaría indicando que no nos lavamos las manos antes o después de muchos de los anteriores supuestos.

15 de octubre, Día Mundial del Lavado de Manos

Desde el año 2008, podemos celebrar el Día Mundial del Lavado de Manos, proclamado por la Asociación Mundial para el Lavado de Manos para concienciar de la cantidad de vidas que pueden salvarse con un poco de agua y jabón. Sin embargo, algo tan sencillo y cotidiano como lavarse las manos sigue siendo inaccesible para millones de personas en el mundo: concretamente para 2300 millones, de acuerdo con Unicef.

Si los niños y las niñas se lavan las manos con jabón antes de comer, el riesgo de padecer diarrea y otras enfermedades se reduce.

En el mundo hay 462 millones de niños que van a escuelas en las que es imposible lavarse las manos. A día de hoy, se calcula que el 29% de la población mundial no cuenta con una instalación para lavarse las manos en su hogar. Según datos publicados de OMS y Unicef, medio millón de personas mueren a causa de infecciones provocadas por una deficiente higiene de manos.