Cuenta regresiva para el solsticio, el fenómeno astronómico que da inicio al verano en Chile

Aunque el verano meteorológico se instaló hace un par de semanas en el país, el hito astronómico del solsticio llega en los próximos días para marcar el comienzo de la estación más cálida del año.

vista aérea de la bahía de Valparaíso
El verano y las vacaciones están a la vuelta de la esquina.

El 01 de diciembre se dio inicio al verano 2024-2025 en el ámbito meteorológico, una estación que se destaca por un aumento importante en las temperaturas en el centro y sur de Chile, por las lluvias y tormentas estivales en el norte, y los fuertes vientos en la zona austral.

Sin embargo, la fecha que más se nos viene a la cabeza a la hora de hablar del cambio de estación no es el 01 de diciembre, sino que el día 21, día que reconocemos como el comienzo de una nueva estación, en este caso, del verano astronómico.

En este sábado 21 de diciembre, a las 06:19 h se producirá el solsticio, marcando el momento en el que el Sol alcanza su punto más sur con respecto al ecuador celeste. Este fenómeno se produce asociado al movimiento de traslación de la Tierra alrededor de nuestra estrella y la dirección e inclinación que tiene el eje de rotación del planeta en el espacio.

Este día será el más largo de todos, porque el Sol iluminará por más tiempo el cielo —y mientras más al sur, más durará el "día". Sin embargo, también este momento es un punto de inflexión, ya que a contar de esa fecha, la duración del día irá acortándose hasta llegar al mínimo, que se produce en el solsticio de invierno.

El verano es la estación más cálida, pero no lo es porque estemos 'más cerca del Sol'

Tal vez hayas escuchado decir por ahí que 'en verano hace más calor porque estamos más cerca del Sol'. Y aunque el perihelio —el momento en que la Tierra se encuentra más cercano al Sol— se producirá el próximo 04 de enero, esto no tiene tanto peso en el aumento o disminución de las temperaturas en el corto plazo.

La excentricidad —qué tan circular o elíptica es la órbita del planeta alrededor de la estrella— varía en escalas de 100 mil años, por lo que en escalas de tiempo como las de nuestra vida, los cambios que se producen son prácticamente imperceptible.

Tanto es así, que las mayores temperaturas del planeta se registran en el hemisferio norte, en su verano —nuestro invierno— y cuando la Tierra se encuentra más alejada del Sol en su órbita.

La inclinación del eje de rotación terrestre se lleva gran parte de la responsabilidad

La forma cómo la radiación solar llega a la superficie de la Tierra es uno de los grandes responsables porque las temperaturas sean más cálidas durante el verano. Es es esta época del año (independiente si estamos hablando del hemisferio norte o sur —recuerden que mientras uno está está en verano, el otro está en invierno y vice versa—) en donde los rayos del Sol llegan de forma más perpendicular.

comparación inclinación terrestre entre los solsticios
La inclinación terrestre con relación a los rayos solares varía a lo largo del año. Los solsticios son puntos máximos (o mínimos) de iluminación solar en cada hemisferio.

La radiación de onda corta se encarga de calentar la superficie terrestre y sólo una pequeña parte de este tipo de radiación es absorbida por la atmósfera. La radiación que llega al suelo hace que este se caliente y aumente su temperatura emitiendo calor, ahora como radiación de onda larga. Los gases presentes en la atmósfera absorben este tipo de radiación, haciendo con que su temperaturas aumente.

Si la Tierra no tuviese la concentración de gases atmosféricos que posee, la temperatura del planeta y su variación— serían muy diferentes. La vida probablemente en el planeta, si existiese, no sería se la forma como la conocemos.

Así, la superficie del planeta calienta la atmósfera y la atmósfera vuelve a enviar calor a la superficie, aunque una pequeña parte de este calor se 'pierde' hacia el espacio. Los gases que retienen en calor dentro del sistema atmosférico se les conoce como gases de efecto invernadero.

El aumento de estos gases en las últimas décadas ha desbalanceado el equilibrio radiativo del planeta, por lo que la temperatura aumenta de manera desmedida, superando los promedios previos a la era preindustrial y produciendo efectos en el clima del planeta. Las tormentas más severas, las sequías, y el aumento de las temperaturas de los océanos, por citar algunas de las repercusiones de este calentamiento global acelerado, son apenas respuestas del sistema climático para tratar de alcanzar un punto de equilibrio en la distribución del calor alrededor del planeta.

Lamentablemente, el 2024 está condenado a ser el más cálido de los registros de la era industrial, superando unos de los límites propuesto por el acuerdo de París, el tan nombrado 1,5 ºC.

La distribución no homogénea de la tierra en el planeta crea mayores diferencias de temperaturas

Al mirar el planeta desde los satélites meteorológicos, por ejemplo, podemos notar cómo gran cantidad de tierra, de su superficie continental, se concentra sobre el hemisferio norte. Esto es favorable para dejar un clima más amenos a quienes habitamos el hemisferio sur.

imagen satelital del planeta
La masa de océanos es mucho más extensa en el hemisferio sur que en el hemisferio norte. Esto favorece a que el clima tenga contrastes menos extremos que en el hemisferio norte.

Y aunque las temperaturas también se han incrementado y los episodios extremos de calor se han vuelto más frecuentes —así como las tormentas severas en el interior de América del Sur—, estos valores tienden a ser mucho más extremos (tanto el frío como el calor) en la mitad norte del planeta.

El agua de los océanos juega un papel fundamental para regular la variación de las temperaturas, dejando condiciones para un clima más ameno, aún incluso en este contexto de fiebre global que el planeta padece.