Desafiando los límites de la vida: encontraron ratas momificadas en la cima de volcanes de los Andes
Las ratas momificadas fueron encontradas en las frías y ventosas cimas de los volcanes de la Puna de Atacama, en los Andes centrales. Se cree que llegaron por cuenta propia, lo que aumenta los límites fisiológicos de los vertebrados.
Una investigación reciente, publicada en la revista Current Biology, informa del increíble descubrimiento de cadáveres momificados de ratas de orejas de hoja, Phyllotis vaccarum, en las cimas de tres volcanes andinos a altitudes de 6.029 a 6.233 metros sobre el nivel del mar, en la Puna de Atacama (territorio de Chile y Argentina), en los Andes centrales.
Este descubrimiento desmintió lo que se creía anteriormente, ya que se pensaba que estas altitudes extremas eran completamente inhabitables para los mamíferos. Los cadáveres de ratas representan, por tanto, los registros físicos de mamíferos encontrados a mayor altitud en el planeta.
El descubrimiento
Durante la expedición, los investigadores descubrieron un total de 13 ratas momificadas en las cumbres de los volcanes Salín (Argentina y Chile), Púlar (Chile) y Copiapó (Chile), los tres de más de 6.000 metros de altura. "Estos son básicamente ratones momificados y liofilizados", dijo Jay Storz, profesor de ciencias biológicas en la Universidad de Nebraska/Lincoln.
Un análisis de datación por radiocarbono indicó que los cadáveres más antiguos (los 4 encontrados en Púlar) tienen como máximo 350 años. Los 8 en la cima de Salín y 1 en Copiapó tienen sólo unas pocas décadas, probablemente posteriores a 1955.
Además, los datos de polimorfismo genómico revelaron un alto grado de continuidad entre ratas de cimas volcánicas y especies coespecíficas de altitudes más bajas en el Altiplano circundante. Los datos genómicos revelaron una proporción igual de machos y hembras entre los cadáveres y evidencia de un parentesco cercano entre algunos individuos de las mismas cimas.
Lo interesante de este descubrimiento
Lo desconcertante, según Storz, es que la Puna de Atacama es uno de los lugares más inhóspitos del planeta: un lugar tan árido, frío y pobre en oxígeno que la propia NASA lo visitó para practicar la búsqueda de vida en Marte.
Además, los investigadores creen que los animales llegaron allí por sí solos, y es fundamental comprender qué los llevó a tales alturas. Hace más de 500 años, se sabía que los incas realizaban sacrificios humanos y animales en algunos picos andinos. Sin embargo, las ratas momificadas no pudieron ser transportadas allí por los incas, ya que ninguna tiene edad suficiente para haber convivido con ellos.
Storz y algunos colegas vieron previamente un espécimen de rata de orejas de hoja viva en la cima de Llullaillaco, un volcán en la frontera entre Chile y Argentina, en 2020. Entonces, ¿qué hace que estos animales, a pesar de todos los peligros (poca agua, alimentos escasos y frío extremo) en las cumbres de los volcanes de Atacama vivan ahí? Esto es algo que los investigadores pretenden comprender mejor en el futuro.
Sin embargo, sus hallazgos refuerzan la evidencia de poblaciones de ratas de orejas de hoja que viven en altitudes superiores a los 6.000 metros y cuestionan las suposiciones sobre los límites ambientales de la vida de estos pequeños vertebrados y sus tolerancias fisiológicas.