Detener las emisiones de CO2 no combatiría el calentamiento global
Polémico estudio indica que aunque la humanidad pare de emitir gases de efecto invernadero mañana, las temperaturas globales continuarán aumentando, así como también el nivel del mar.
Un estudio científico realizado por investigadores noruegos, y publicado en la revista Nature Scientific Reports, indica que sólo reducir o parar las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) no combatirá el calentamiento global.
Según el autor principal del estudio, y profesor de Estrategia Climática en el BI Norwegian Business School, Jorgen Randers, la humanidad está mucho más allá del punto de reversibilidad cuando se trata de detener el derretimiento de los glaciares, usando como única herramienta la reducción de los GEI.
"Si queremos interrumpir este proceso de derretimiento, debemos hacer algo adicional como, por ejemplo, extraer el gas carbónico (CO2) de la atmósfera y almacenarlo bajo el suelo, volviendo la Tierra más brillante", dijo Randers.
Para llegar a tal conclusión, los investigadores utilizaron un modelo climático simplificado para proyectar los cambios en el clima hasta el año de 2500 bajo dos escenarios: interrupción instantánea de las emisiones y reducción gradual de los GEI hasta 2100.
En una situación imaginaria, en que la contaminación por carbono parase instantáneamente, el planeta se calentaría cerca de 2,3 ºC por sobre los niveles pre-industriales (casi medio grado por sobre la meta establecida en el Acuerdo de Paris en 2015) en los próximos 50 años, y se enfriaría un poco después de eso.
Sin embargo, de acuerdo con las simulaciones climáticas, el planeta comenzaría nuevamente a calentarse de forma gradual, con las temperaturas medias subiendo más de 1 ºC y el nivel del mar elevándose por lo menos tres metros en los siguientes 350 años.
En el segundo escenario, en que las emisiones son reducidas gradualmente hasta llegar a cero, la Tierra se calentaría a niveles que comprometerían la estructura de la civilización más rápidamente, pero acaba casi en el mismo punto, alrededor del 2500.
Puntos críticos
El principal descubrimiento del estudio fue que varios "puntos de inflexión" (o "puntos sin retorno") en el sistema climático ya fueron ultrapasados, desencadenando un proceso de calentamiento que continúa, como ocurrió hace millones de años en el pasado.
Uno de estos factores es el rápido retroceso del hielo marino en el Ártico. Desde finales del siglo XX, millones de kilómetros cuadrados de nueve y hielo (que reflejan alrededor del 80% de la radiación solar), fueron cambiados por océano abierto.
Otro factor que contribuye para el calentamiento es el descongelamiento del permafrost, un tipo de suelo de la región ártica compuesto por tierra, hielo y rocas permanentemente congeladas, que contiene el doble de concentración de carbono del que existe en la atmósfera.
El estudio explica que los cambios climáticos están en un círculo autosustentable, ya que cuando el permafrost se descongela, libera más gases a la atmósfera, haciendo aumentar la temperatura por más tiempo.
El estudio dividió opiniones entre científicos climáticos de renombre: algunos dicen que la investigación merece nuevos estudios de acompañamiento, mientras que otros las rechaza categóricamente.
Richard Betts, jefe de investigación de impactos climáticos de la Universidad de Exeter, dijo que el modelo utilizado en el estudio no es una representación del sistema climático real. Complementó que el modelo climático utilizado es contradicho por otros más ampliamente evaluados.
Mark Maslin, profesor de climatología del University College London, también señaló lagunas en el modelo, describiendo el estudio como "un experimento de pensamiento".
Reducir las emisiones de carbono a cero hasta 2050 es una meta definida por la ONU, adoptada por un número creciente de países, siendo apenas el inicio de las acciones necesarias para hacer frente al cambio climático indicado por el estudio.
El hecho es que los modelo más sofisticados utilizados en las proyecciones del órgano consultivo científico de la ONU, el IPCC, muestran que las metas de temperatura del pacto climático de Paris no podrán ser alcanzadas a menos que grandes cantidades de carbono sean retiradas de la atmósfera.