Día Mundial de la Salud Ambiental: la conexión entre nuestro entorno y nuestro bienestar

Este 26 de septiembre recordamos la importancia de cuidar el medioambiente para proteger nuestra salud en tiempos de cambio climático.

Salud ambiental
La relación entre el medio ambiente y nuestra salud es más estrecha que nunca. El cambio climático y los desastres naturales amenazan nuestros avances y exigen soluciones urgentes.

¿Cómo sería despertar en un mundo donde el aire es puro otra vez, el agua está limpia y los desastres naturales son cada vez menos frecuentes? Este escenario, aunque suene ideal, es justo el objetivo del Día Mundial de la Salud Ambiental.

Esta efeméride creada el 2011 por la Federación Internacional de Salud Ambiental (IFEH, por sus siglas en inglés), nos invita este 2024 a reflexionar sobre cómo el cambio climático y los riesgos de desastres afectan nuestra salud y lo que podemos hacer para prevenirlo.

Si nuestro planeta “se enferma”, nosotros también

A menudo, pensamos que nuestra salud depende solo de la comida que comemos o de hacer ejercicio, pero el entorno que nos rodea juega un papel mucho más importante.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de cada cuatro muertes en el mundo están relacionadas con factores ambientales que se podrían evitar. Esto incluye la contaminación del aire, la mala gestión del agua o incluso la exposición a productos químicos peligrosos.

Un ejemplo claro es la contaminación del aire. Respirar aire contaminado aumenta el riesgo de enfermedades respiratorias como el asma o incluso problemas cardíacos.

A esto se suma el cambio climático, que no solo empeora la calidad del aire, sino que también aumenta la frecuencia de fenómenos extremos como olas de calor e incendios forestales, ambos con serios efectos para nuestra salud.

Cómo el cambio climático está haciendo las cosas más difíciles

Sabemos que la crisis climática no es una amenaza lejana; está afectando nuestras vidas de manera tangible, y los seres humanos somos los principales responsables.

Según el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), el calentamiento global que estamos viviendo es inequívocamente causado por actividades humanas, principalmente la quema de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas natural. Esto ha llevado a un aumento de las temperaturas globales, afectando los patrones climáticos en todo el planeta.

Las olas de calor, por ejemplo, se están volviendo más largas y más intensas. Si no actuamos para frenar las emisiones, se estima que para el año 2100, hasta mil millones de personas podrían verse afectadas por calor extremo.

Olas de calor
Estas olas de calor no solo hacen que sea incómodo estar al aire libre, sino que también pueden provocar deshidratación, golpes de calor e incluso la muerte, especialmente entre los más vulnerables como ancianos y niños.

Otro problema creciente son las enfermedades transmitidas por insectos, como el dengue o la malaria. A medida que las temperaturas aumentan, los mosquitos que transmiten estas enfermedades pueden sobrevivir en más lugares.

La OMS estima que para 2050, cerca de 500 millones de personas estarán en riesgo de contagiarse por este tipo de enfermedades.

Acciones locales para construir comunidades resilientes

La buena noticia es que no estamos indefensos. La salud ambiental juega un papel crucial en la construcción de comunidades resilientes.

Al reducir los riesgos de desastres y mitigar los efectos del cambio climático, podemos proteger nuestra salud y la de las futuras generaciones, a través de medidas que consideren lo siguiente:

  • Adaptación y mitigación: No solo debemos reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, sino también adaptarnos a los cambios que ya están ocurriendo. La salud ambiental nos proporciona las herramientas para enfrentar estos desafíos, desde la gestión de residuos hasta la planificación urbana sostenible.
  • Un enfoque integral: La salud ambiental trabaja en conjunto con otros sectores, como la economía, la política y la sociedad civil, para encontrar soluciones a largo plazo. El Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres y el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático son ejemplos de estos esfuerzos coordinados.
  • El papel de los profesionales de la salud ambiental: Estos expertos desempeñan un papel fundamental en la prevención de enfermedades relacionadas con el medio ambiente y en la promoción de estilos de vida saludables.

El Día Mundial de la Salud Ambiental de este año nos invita a reflexionar sobre qué tan preparada está la sociedad para enfrentar el cambio climático y sus efectos.

Crear comunidades resilientes significa estar listos para enfrentar desastres naturales, pero también implica tener planes de acción para proteger nuestra salud frente a estos cambios.

Si al inicio de este artículo imaginaste un mundo donde el aire es limpio y las amenazas a la salud se han reducido, eso no tiene por qué ser solo un sueño.

El cambio climático está aquí, pero nuestras acciones hoy pueden marcar la diferencia para mañana.

Este Día Mundial de la Salud Ambiental es el momento perfecto para tomar conciencia y empezar a construir un futuro más seguro, más limpio y, sobre todo, más saludable.

Fuentes y referencias de la noticia:

- World Environmental Health Day. Environmental Health: Creating Resilient Communities through Disaster Risk Reduction and Climate Change Mitigation and Adaptation. (2024) Nota de prensa publicada en la web de la Federación Internacional de Salud Ambiental.