Día Mundial del Pingüino: preservar para el futuro
Cada 25 de abril se celebra esta efemérides coincidiendo con el día en que comienza la migración de los pingüinos Adelaida desde la Antártida. Conoce aquí qué se hace para proteger esta peculiar especie de ave marina y recientes revelaciones sobre su comportamiento.
A propuesta de la Global Penguin Society (GPS), cada año se celebra en esta fecha, el Día Mundial del Pingüino, iniciativa que persigue concientizar en la conservación de las distintas especies de estos animales que habitan exclusivamente en el Hemisferio Sur.
Esta organización fundada en 2009 por el biólogo argentino Pablo García Borboroglu, desarrolla varios proyectos para la identificación y protección de los pingüinos y sus ecosistemas, además de realizar la divulgación científica de sus resultados para el más amplio público.
La GPS con la colaboración de instituciones como la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), Wildlife Conservation Network y el Foro para la Conservación del Mar Patagónico, recopila datos de la biología y el hábitat de los pingüinos, que permiten caracterizar las amenazas y establecer estrategias para designar áreas protegidas.
“Vestidos de frac” unas aves cantan y… ¡nadan!
A pesar de ser aves, los pingüinos perdieron su capacidad de volar hace miles de años, según muchos científicos, al transformarse sus alas en aletas para desplazarse en el mar buscando alimentos. Al nadar dejan a su paso una estela de burbujas (provenientes del aire que almacenan al ahuecar su denso plumaje), que le permite reducir la resistencia hidrodinámica y alcanzar hasta 50 km/h. Algunas especies logran sumergirse a más de 500 metros durante 20 minutos, y para salir del agua pueden saltar hasta 2 metros.
Ya en tierra los pingüinos se mantienen erguidos ayudados por la cola y sus simpáticos desplazamientos se realizan en ocasiones saltando sobre ambas patas o deslizándose sobre el vientre.
Estos ovíparos, cuyo periodo de incubación puede extenderse entre 33 y 62 días, y llegan a vivir entre 10 y 20 años, se comunican mediante graznidos con sus congéneres, fundamentalmente en el proceso de apareamiento y reproducción. Es asombrosa la capacidad de diferenciar la frecuencia del sonido que emite un miembro de su familia, entre los miles que se producen a su alrededor.
Pero también en las profundidades heladas del mar, los pingüinos son capaces de producir sonidos. Según una investigación publicada por la Universidad Nelson Mandela, de Sudáfrica, las vocalizaciones subacuáticas están relacionadas con la conducta de estas especies como cazadores, y presumiblemente las realizan para aturdir a sus presas.
Cómo los pingüinos nos alertan del cambio climático
Como consecuencia del calentamiento global la Antártida está sufriendo nefastas afectaciones, que inciden directamente en la disminución de las poblaciones de pingüinos. Varios estudios coinciden en que los pingüinos barbijo (Pygoscelis antarcticu), que habitan en islotes o grandes icebergs de la región subantártica y Península Antártica, ha reducido el número de sus individuos a la mitad en los últimos 50 años.
En este mes de abril en que celebramos el día de estos carismáticos habitantes de nuestro planeta, es imprescindible educar desde la ciencia, para que criaturas tan especiales como Happy Feet puedan alegrar a las futuras generaciones, y no sólo desde las pantallas.