Dirección Meteorológica de Chile pronostica montos de lluvias sobre lo normal en lo que resta de invierno
Una buena noticia considerando que, pese a los recientes chaparrones, persiste el déficit de agua caída a la fecha en gran parte del país. Aquí les compartimos la proyección para julio, agosto y septiembre realizada por la Dirección Meteorológica.
Aunque sobre el sur de Chile se han mantenido con una sucesión de pulsos de precipitaciones durante las últimas semanas, lo cierto es que aún persiste el déficit de agua caída en gran parte del país y, especialmente, de nieve en las alturas de la cordillera de Los Andes.
Por eso reconforta, al menos en la proyección, lo informado por climatología de la Dirección Meteorológica (DMC) con respeto al trimestre julio, agosto y septiembre del presente año.
Este pronóstico trimestral anticipa “precipitaciones sobre los rangos normales desde la Región de O'Higgins hasta Magallanes”. Mientras que el acumulado entre las regiones de Coquimbo y Metropolitana estará dentro de lo “normal o sobre lo normal” para el trimestre inmediato.
¿Qué significa eso?
Que en lo que resta del invierno y el comienzo de la primavera debiéramos acopiar precipitaciones cercanas o, incluso superiores, a las consideradas normales de acuerdo con los registros históricos (1991-2020).
Entonces, por ejemplo, en La Serena debieran acumularse entre 15 y 34 milímetros o más de agua durante este trimestre. En Valparaíso desde 104 hasta 160 milímetros o más.
En Santiago caerían entre 80 y 155 milímetros o, incluso, más que eso en la sumatoria de julio, agosto y septiembre que se agregarían a los 66 milímetros que se anotan a la fecha en la capital.
Estos almacenamientos serían mayores desde O'Higgins a la Patagonia, no sólo porque allí llueve más desde siempre, sino porque los montos debieran superar la media acostumbrada.
Así en Rancagua debieran caer más de 186 milímetros en la sumatoria de trimestre en cuestión. En Chillán más de 374 milímetros, en Concepción sobre 435, en Temuco superarían 396, en Puerto Montt más de 510 y en Punta Arenas sobre 96 milímetros de agua.
El Niño
El análisis de los climatólogos de la DMC concluye que aún la atmósfera no acusa por completo la instalación de El Niño con el calentamiento de las aguas superficiales y subsuperficiales del Océano Pacífico ecuatorial oriental.
Por lo mismo no se puede responsabilizar a esta oscilación del aguacero caído entre el 22 y 26 de junio pasados. Lo que sí persiste la probabilidad superior al 90% que El Niño permanezca hasta el verano 2024.
Uno de sus potenciales efectos es facilitar la caída de precipitaciones en el centro y sur de Chile y, además, subir la media de las temperaturas máximas en casi todo el país. Por lo mismo no se descarta que se repitan eventos de lluvias con isoterma 0 alta dejando agua líquida en dónde debiera nevar.