El clima global 2011-2020: reporte de la Organización Meteorológica Mundial indica que ha sido una década de aceleración
No es solo si hace frío o calor, si llueve o no llueve. Son las consecuencias catastróficas que se han generado en los últimos 10 años con repercusiones en toda la humanidad.
La tasa de cambio climático aumentó de manera alarmante entre 2011 y 2020, que fue la década más cálida registrada. Continuos ascensos en las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) alimentaron temperaturas récord oceánicas y una aceleración dramática en el aumento del nivel del mar.
Pero también se dio a conocer cómo las mejoras en los pronósticos, las advertencias tempranas, el manejo y la respuesta de desastres coordinados están marcando la diferencia. El número de víctimas provocado por los eventos extremos ha disminuido, algo que se atribuye a los sistemas de alerta temprana mejorados a pesar de que las pérdidas económicas han aumentado.
La financiación climática pública y privada casi se duplicó entre los años 2011 y 2020. No obstante se debe aumentar, al menos, siete veces de aquí al final de esta década para lograr los objetivos climáticos globales. El informe se publicó en la COP28 y enfatiza la necesidad de una acción climática mucho más ambiciosa para tratar de limitar el aumento de la temperatura global a no más de 1,5 °C por encima de la era industrial.
Las aristas que destaca la OMM en su informe: hambre, migración y salud de las personas
El logro del ODS 2 (hambre cero) está estrechamente relacionado con la gestión de riesgo, particularmente a lo largo de la cadena de valor de la comida agrícola. Por ejemplo las condiciones de estrés térmico podrían dar lugar a pérdidas de alimentos en la etapa de producción y los peligros relacionados con el clima, como los deslizamientos de tierra causados por las fuertes lluvias, que pueden afectar la infraestructura vial. Esta situación obstaculiza el transporte y el acceso a los mercados, lo que resulta en el deterioro y desecho de alimentos.
De este modo, los cuatro pilares de la seguridad alimentaria, acceso, disponibilidad, utilización y estabilidad han sido amenazados por riesgos climáticos extremos intensificados durante el período 2011-2020 y, posteriormente, afectarán el logro de ODS 2 para el año 2030, señala el informe.
Por otra parte, los eventos meteorológicos extremos fueron responsables de casi el 94% de todas las migraciones de personas entre los años 2011 y 2020. Las inundaciones fueron la principal causa del desplazamiento interno de personas, seguido de las tormentas.
En particular, las personas que migran de sus países debido al cambio climático antropogénico, a menudo son vulnerables al hambre. Se suma a ello las amenazas directas a sus vidas y bienestar, brechas de desigualdad, acceso a la educación de calidad, agua y saneamiento, así como a la energía limpia.
Otra arista relevante que plantea el informe es la relación entre el clima y la salud de las personas. Además de la exposición al calor extremo, más del 99% de la población mundial respira aire que no coincide con los estándares de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La contaminación del aire es responsable de varios millones de muertes prematuras cada año.
Este escenario se ha asociado con tres de las principales causas de muerte en todo el mundo, incluidos los accidentes cerebrovasculares, la cardiopatía isquémica y el cáncer primario de tráquea, bronquio y pulmón. Los humanos nos estamos volviendo más susceptibles a las enfermedades infecciosas a medida que la idoneidad del dengue y la transmisión de la malaria está aumentando con los cambios en el clima de toda la Tierra.
Referencia de la noticia:Organización Meteorológica Mundial. The Global Climate 2011-2020: A decade of acceleration (2023).