El Océano Ártico puede convertirse en una fuente de gases invernadero
La temperatura del aire en el ártico aumentó drásticamente en las últimas dos décadas. El fenómeno se conoce como "Amplificación del Ártico" y es uno de los principales resultados del exacerbado aumento de las concentraciones de GEI en la atmósfera.
Un reciente estudio de la CVP (Climate Variability & Predictability), advierte que si el Ártico continúa calentándose, el Océano Occidental Ártico puede convertirse en un futuro punto caliente y fuente de óxido nitroso (N2O).
En 2017, Corea del Sur lideró un gran proyecto de investigación sobre el Océano Ártico que incluyó trabajo de campo y recolección de datos por el rompehielos R/V Araon, informaciones utilizadas en este estudio. Alison MacDonald, en conjunto con la Woods Hole Oceanographic Institution, y con financiamiento de la CVP, contribuyó para este estudio que se centra en la distribución de óxido nitroso en el Océano Ártico Occidental.
El estudio y sus conclusiones
Este trabajo es considerado pionero, al presentar la distribución espacial de las concentraciones y flujos de N2O en el Océano Ártico Occidental, así como también por identificar los factores físicos y/o bioquímicos que controlan las distribuciones. Esta parte del océano incluye el Mar de Chukchi, el Mar de Siberia Oriental, el Mar de Beaufort, el Archipiélago Ártico Canadiense y la Cuenca de Canadá.
Los autores del estudio descubrieron que la región norte del Mar de Chukchi actuó como sumidero de óxido nitroso, mientras que la región sur del mismo mar actuó como fuente. El aumento del flujo de agua del Océano Pacífico hacia el Océano Ártico Occidental, y la disminución del hielo marino -ambas cosas consecuencias de un calentamiento del Ártico-, podrían reducir la región de sumidero y extender la región fuente.
Basado en un muestreo intensivo y preciso de N2O en la columna de agua del Océano Ártico Occidental, en el verano de 2017, fueron presentadas las distribuciones espaciales y flujos de este gas, identificados los factores físicos y/o biogeoquímicos que controlan las distribuciones, determinados si el océano en cuestión es fuente o sumidero de N2O atmosférico, y especuladas futuros cambios en el flujo de óxido nitroso en respuesta a los rápidos cambios del clima en el Ártico.
Calentamiento global puede duplicar el número de rayos en el Ártico.
Dado que los resultados se basaron en una única campaña, es imposible representar todo el año de 2017, o incluso lo ocurrido en todo el verano del mismo año, por lo que los autores indican que son necesarios más estudios de campo, dado que estos procesos son relevantes para el entendimiento del cambio climático global, de manera que sea posible confirmar y ayudar a explicar mejor esta distribución contrastante.