El plátano oriental o el árbol más odiado de Chile en primavera, ¿culpable o inocente de las alergias?
Conoce cómo llegó esta especie a Chile y por qué los alérgicos estacionales sufren con su presencia. Además, repasamos la deuda de las grandes ciudades con los árboles.
¿A ti qué te evoca el plátano oriental? Este es un árbol de hoja caduca, copa ancha y de unos 25 metros de altura. Es rústico, poco exigente con el tipo de suelo y término medio en cuanto a su demanda de agua. Y noble, por sobre todo noble, ya que resiste al permanente maltrato que recibe, especialmente, en las ciudades.
¿Cómo llegó a Chile el plátano oriental?
Las anteriores son parte de las características del popular plátano oriental, aunque en rigor es un derivado de este. Sí, porque lo que vemos en Chile es el plátano hispánico, un híbrido surgido entre los plátanos oriental y occidental. Esta mezcla se produjo en Europa durante el siglo XVII y a comienzos del XX llegó a nuestro país.
Así, 300 ejemplares fueron plantados en el Parque Forestal de Santiago, junto al río Mapocho, importados desde Francia. Esto con el fin de embellecer el centro de la ciudad sin considerar el sufrimiento que le ocasionaría a las personas alérgicas durante las primaveras.
“Esta especie es el árbol más cultivado en Chile, por eso en los estudios de pólenes aparecen siempre. Esto ha desembocado en una imagen de este árbol que no es cierta, o sea, si fuera otra la especie más cultivada aparecería polen de ese árbol en las muestras y ese estaría estigmatizado”, señala Santiago Del Pozo, ingeniero forestal y experto en arboricultura urbana.
El plátano hispano “es de hoja ancha y resistente, incluso, al maltrato cuando se hiere o se le quitan ramos. Captura dióxido de carbono (CO2), genera oxígeno, produce sombra abundante, regula temperatura”, enumera el especialista.
Maltrato al arbolado urbano
El arbolado urbano genera múltiples beneficios, lo cuales son generados básicamente por la copa del árbol. Mientras más sana, más grande, más densa, más vigorosa sea la copa; más beneficios generan.
“Lamentablemente en nuestro país no gozamos de estos, porque se aplican malas prácticas desde mediados del siglo pasado. El tema es que con el conocimiento que existe en el mundo ya no debiera ser así. Por eso es fundamental mejorar estas prácticas para gozar de una mayor calidad y cantidad de beneficios de los árboles”, argumenta Santiago Del Pozo.
En el caso de Santiago, “gran parte del arbolado urbano se encuentra jibarizado en su estructura, debajo del tendido eléctrico y son mutilados permanentemente. En realidad, así no pueden cumplir su función”, dice el especialista en arboricultura.
¿Cuántos árboles necesitan en Santiago?
En la zona urbana de Santiago existen cerca de 7 millones de árboles, aunque lo ideal sería el triple, es decir, unos 22 millones de árboles y arbustos. “Estos debieran estar distribuidos en 3,5 millones en plazas y parques, 3 millones en quebradas, humedales y riberas de ríos. Y 15,5 millones de árboles y arbustos en calles y avenidas”, sostiene el ingeniero forestal.
Todas las especies tienen un lugar en las urbes. “Veo con pena como se crean grupos para elegir los árboles que van a vivir en la ciudad. Eso es penoso, lo que pasa es que las personas se niegan a conocer los árboles y sus características. Falta conocimiento para eso”, espeta Del Pozo.