Frío y virus respiratorios en Chile: cómo evitar contagios con la llegada de las bajas temperaturas
Si bien el frío no provoca la gripe ni los resfríos, sí ayuda a crear las condiciones que hacen más fácil la propagación de virus y la supervivencia de estos en el ambiente.
¿Tiendes a decirle a tus seres queridos que se abriguen para evitar resfríos? Esta recomendación, que suele salir de forma automática cuando bajan las temperaturas, en realidad, puede que no ayude mucho.
Tanto la gripe como los resfríos son infecciones producidas por virus en las vías respiratorias. La primera, causada por el virus de la influenza A o B, y el resfrío común o catarro, por otro grupo, entre los que están el rinovirus, coronavirus y adenovirus.
Ambas infecciones aumentan su presencia durante los meses más fríos, pero no son provocadas por las bajas temperaturas, aunque estas sí pueden favorecer las condiciones que hacen que los virus se transmitan.
Las condiciones ideales para los virus
En los meses más fríos tendemos a reunirnos más en espacios cerrados, lo que aumenta las posibilidades de transmisión de virus al estar más cerca de las personas –facilitando el camino de los patógenos desde un cuerpo infectado a otro a través de la tos o estornudo–. Pero también solemos cerrar puertas y ventanas, fomentando que las partículas con virus se queden más tiempo en suspensión en el ambiente, facilitando la infección.
Los días especialmente fríos y secos favorecen la transmisión de virus, ya que estos sobreviven más tiempo en ese ambiente, llegando hasta las 23 horas. Mucho más que la hora que puede sobrevivir si la temperatura y la humedad es muy alta.
Tener nuestra nariz fría y reseca, también disminuye la eficacia de las barreras biológicas naturales y facilitan la replicación de los rinovirus. “El aire frío ocasiona disminución en la motilidad de los cilios de nuestra nariz que habitualmente nos ayudan a filtrar partículas que ingresan a nuestro tracto respiratorio, como por ejemplo, partículas con carga viral, esto constituye una afectación a nuestro sistema de defensa de primera línea, además el frío puede debilitar nuestro sistema inmunológico haciéndonos más susceptibles a las infecciones virales”, explica Priscilla Inostroza, académica de la Facultad de Enfermería de la Universidad Andrés Bello, sede Concepción.
La calefacción, si bien nos ayuda a estar cómodos en esta temporada más fría, provoca que el ambiente se reseque, y con ello disminuyan las capas de mucosa que protegen las vías respiratorias contra los microorganismos. De acuerdo a la especialista, aunque en Chile la temperatura en las oficinas no se encuentra regulada por alguna norma, es importante mantener una que permita a las personas que su temperatura corporal sea constante, sin que baje los 37 ºC.
“La temperatura ideal de confort tanto para una oficina como para una pieza en casa depende mucho de la sensibilidad térmica que tienen las personas, pero existe un consenso en que la temperatura ideal son aproximadamente 24 ºC. La recomendación de expertos es que en espacios donde exista aire acondicionado, éste se mantenga entre los 21 y 23 grados”, sostiene.
Recomendaciones para evitar virus esta temporada
La académica de la Facultad de Enfermería de la Universidad Andrés Bello, señala que el uso de la mascarilla está muy recomendado cuando estamos enfermos o con síntomas respiratorios como tos y estornudos, para evitar la propagación de virus. Asimismo, también es adecuado usarla en espacios cerrados, como transporte público, salas de clases o lugares muy concurridos sin ventilación efectiva, especialmente si estamos cerca de personas con síntomas.
Además, se recomiendan las siguientes medidas para evitar la propagación de virus respiratorios:
1. Ventilar los espacios interiores para mejorar la circulación del aire
Contar con un sistema artificial de ventilación es ideal, siempre y cuando conste de un sistema de renovación de aire con filtros HEPA efectivos. La alternativa es la ventilación cruzada, que consiste en abrir ventanas o puertas en lados opuestos de un espacio cerrado, lo que ayuda a crear corrientes de aire.
2. Cubrir boca y nariz al toser o estornudar
Esta simple medida puede ayudar a disminuir la diseminación de los virus exhalados y evitar que otras personas los inhalen, sobre todo en espacios cerrados.
3. Mantener la higiene constante de manos
Se recomienda lavarlas con agua y jabón y refregarlas por al menos 20 segundos, especialmente después de toser, estornudar o estar en contacto con personas enfermas o superficies que pudiesen estar contaminadas.
4. Evitar el contacto cercano con personas enfermas
Mantener la distancia física, usar mascarilla y preferir actividades en espacios bien ventilados.
5. Evitar tocarse la cara
Especialmente ojos, nariz y boca, pues los virus pueden ingresar a nuestro organismo por estas vías de acceso.
6. Vacunarse contra la influenza y otros virus respiratorios
En especial las personas que se encuentran en grupos de riesgo (recién nacidos, lactantes, embarazadas, personas con enfermedades crónicas, personal de salud, etc). Ya están vigentes las campañas de vacunación contra la influenza y el virus respiratorio sincicial.
7. Mantener un estilo de vida saludable
Una buena alimentación, ejercicio físico y descanso adecuado, fortalecen nuestro sistema inmunológico.