Hora del planeta: el compromiso debe ir más allá de los 60 minutos
Hoy tenemos la oportunidad de comenzar a hacer cambios en nuestras vidas. Las acciones que hagamos durante la Hora del Planeta podemos repetirlas las restantes horas del año.
Todo último sábado de marzo, a las 20:30 h, millones de personas se desconectan para crear conciencia sobre la importancia que tiene la naturaleza, sustento vital de nuestro planeta. Este 26 de marzo, el llamado va mucho más allá de simplemente apagar las luces durante los 60 minutos que le destinamos a la Hora del Planeta.
Esta acción de carácter voluntaria, surgió en 2007, en Australia, para llamar la atención sobre el problema del cambio climático, con un gesto relativamente simple: apagar, durante una hora, las luces de edificios y monumentos. La iniciativa, promovida por la World Wildlife Fund (WWF), se mantiene hasta hoy, replicándose en varios países del mundo.
¿Qué hacer durante la Hora del Planeta?
Si bien todo comenzó apagando la luz, las acciones van mucho más allá de eso, y debieran extenderse no apenas por 60 minutos, si queremos parar los efectos del cambio climático y calentamiento global, la cada vez más rápida pérdida de la naturaleza y el incremento de la huella ecológica en nuestras acciones. Debemos entender que la Hora del Planeta es mucho más que "una cena a la luz de las velas".
Debemos aprovechar esta oportunidad para reconocer cuáles son nuestras acciones diarias que perjudican la naturaleza, a nuestro planeta y hogar, que incrementan los efectos del calentamiento global y cambio climático, y que tal vez podemos modificarlas, o incluso excluirlas de nuestro día a día.
Estas son algunas de las sugerencias que nos da la WWF sobre cómo disminuir nuestro impacto sobre el planeta:
- Disminuir la huella de carbono en el transporte: ya sea adoptando el uso de la bicicleta como principal medio de transporte, tratando de caminar más cuando necesitemos movernos por cortas distancias en lugar de utilizar el auto, y preferir el transporte público de las ciudades.
- No desperdiciar la energía: la mayoría de los aparatos electrónicos continúan consumiendo energía aún cuando apagados. Si los desenchufas, además de disminuir el consumo de energía, estarás ahorrando dinero. También puedes preferir aparatos electrónicos con bajo consumo de energía.
- Alimentarse responsablemente: prefiere alimentos que sean producidos en tu zona, que no deban realizar un largo camino para llegar hasta tu mesa. Esto reducirá la huella de carbono de los alimentos que consumas. Además, puedes preferir comprar a granel, evitando envoltorios descartables desnecesarios
- Trata de producir menos residuos: Recicla y reutiliza. Separa correctamente tus residuos, si no los puedes reutilizar en casa, dales el fin adecuado, llevándolos a puntos limpios donde puedan ser posteriormente reciclados. Si tienes oportunidad, utiliza una compostera para aprovechar los residuos orgánicos que generes.
Son pequeñas acciones las que pueden hacer la diferencia, desde que las mantengamos a lo largo del tiempo. Tomemos la hora del planeta como un punto de partida para crear metas y hábitos más sostenibles y amigables con el planeta. Recuerda, que es la única casa que tenemos, y que cada día nos da más señales del daño que le causamos.