Insólito: ¡el robot Curiosity llega a un punto en Marte después de 3 años de esfuerzo!
Después de 3 años y varios intentos, el rover Curiosity ha llegado a un punto preciso de Marte, la cresta de Gediz Vallis, un sector de especial interés para los científicos encargados de la misión.
Después de tres años y varios intentos fallidos, el rover Curiosity finalmente logró alcanzar la cresta Gediz Vallis cerca del Monte Sharp, una formación rocosa que podría enseñarnos más sobre la geología e historia marciana.
Desde que el rover aterrizó en el planeta, ha descubierto, por ejemplo, rastros de antiguos lagos y arroyos en las laderas del monte Sharp, lo que ha llevado a la conclusión de que en el pasado había fluido agua en el planeta rojo.
Una misión difícil para Curiosity
Hace ahora 3 años, los investigadores responsables de la misión Curiosity eligieron escalar la parte inferior de esta montaña de 5 kilómetros de altura, para descubrir nuevos rastros potenciales de agua que pasa por Marte, pero también para tener una visión general de la región. Por ello eligieron la cresta de Gediz Vallis, que ofrece una visión culminante de un sector de especial interés para los científicos.
Sin embargo, llegar a esta cresta fue particularmente difícil para el rover pilotado desde la Tierra. De hecho, han sido necesarios varios intentos para acceder a él y todos han fracasado hasta ahora debido, en particular, al terreno especialmente accidentado, con numerosas rocas salientes difíciles de evitar y pendientes demasiado pronunciadas para que el robot pueda subir.
Sin embargo, después de 3 intentos fallidos, los científicos de la NASA lograron encontrar una ruta transitable para el Curiosity, que finalmente llegó a la cima de esta cresta el 14 de agosto de 2023, después de 3 años de intentar escalarla. Según los ingenieros, este ascenso fue uno de los más difíciles de la misión hasta la fecha, que comenzó en 2012.
La cresta de Gediz Vallis, un sector muy interesante en el estudio de Marte
Este sector es, como se mencionó anteriormente, particularmente interesante en el estudio del planeta Marte. De hecho, esta cresta es una de las últimas montañas formadas en la zona, lo que la convierte en una auténtica cápsula del tiempo geológico. A medida que Curiosity ascendía por esta empinada pendiente, cada capa que encontró el rover proporcionó una parte de la historia marciana.
Gracias a las numerosas fotografías y análisis realizados por Curiosity a lo largo de su recorrido, los científicos pudieron definir que esta parte tan accidentada de la región, era en realidad un antiguo flujo de escombros en forma de abanico. Es decir, en esta zona se encuentran numerosas rocas y cantos rodados que antiguamente se desprendieron del monte Sharp y que rodaron por sus laderas hasta llegar a la zona y formar así la cresta de Gediz Vallis.
Los científicos ya sabían que este tipo de fenómenos ocurrían en Marte, al igual que en la Tierra, pero su descubrimiento y auge son una gran ayuda para el estudio de la región. De hecho, las rocas que lo componen provienen de altitudes mucho mayores, que el rover nunca habría podido alcanzar y su estudio podría proporcionar nuevos datos sobre la historia geológica del planeta.
Esto también podría servir para explicar los mecanismos que generan este tipo de fenómenos con el fin de comprenderlos mejor, lo que también podría servir para estudiarlos y anticiparlos directamente en la Tierra. Sin embargo, mientras los análisis aún están en marcha en la cresta de Gediz Vallis, el viaje continuará para Curiosity y el próximo desafío del rover será encontrar un camino hacia el canal sobre la cresta para aprender más sobre cómo y dónde llegó el agua. fluyó en el monte Sharp.