Isabelina: la mandarina chilena sin semillas que conquistará el mundo

¿Una mandarina sin semillas? Isabelina llega para transformar los cítricos chilenos, con un sabor irresistible y lista para conquistar los mercados más exigentes.

Isabelina mandarina
Chile, con su reputación de productor de frutas de alta calidad, podría convertir a Isabelina en uno de sus próximos grandes éxitos en la exportación frutícola.

Chile está a punto de dar un paso gigante en el sector de los cítricos con la nueva variedad de mandarina Isabelina, un desarrollo sin precedentes que promete revolucionar tanto el mercado local como internacional.

Esta innovadora mandarina sin semillas es resultado de años de investigación y mejoramiento genético por parte de un equipo liderado por Johanna Martiz, investigadora de la Universidad Católica.

El proyecto fue financiado por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) y tuvo como objetivo principal eliminar las semillas de la mandarina, atendiendo la demanda de consumidores exigentes en mercados internacionales como Europa, Asia y Norteamérica, quienes prefieren frutas sin pepas.

La variedad se encuentra en proceso de internacionalización y ya ha despertado el interés de importantes mercados extranjeros, destacando España y Estados Unidos como posibles destinos de exportación.

Una mandarina a la altura de los estándares globales

La Isabelina deriva de la conocida clementina Oronules, pero introduce una ventaja clave: la ausencia total de semillas, incluso en presencia de polen de otros cítricos. Este desarrollo ofrece importantes beneficios tanto para productores como para consumidores, ya que reduce los costos y las complicaciones que generan las variedades con semillas.

Además, mantiene las características deseables de su variedad madre, como el color intenso y el sabor dulce, pero con una maduración más temprana, lo que la hace ideal para zonas vulnerables a heladas.

Los retos del mejoramiento genético

Uno de los principales desafíos al desarrollar la mandarina Isabelina fue lograr que la fruta no tuviera semillas, un proceso que implica dominar las complejidades de la reproducción vegetal.

Johanna Martiz
Johanna Martiz, líder del proyecto que dio origen a la mandarina Isabelina, comenta los desafíos del desarrollo de esta nueva variedad. Foto: Fundación para la Innovación Agraria (FIA).

En su estado natural, la mayoría de los cítricos tienen semillas porque la polinización cruzada entre flores permite la fertilización.

Para crear una variedad sin semillas, los investigadores tuvieron que manipular cuidadosamente las condiciones de polinización y seleccionar genéticamente aquellas plantas que mostraban tendencia a producir frutos sin pepas.

Según Johanna Mártiz, una de las principales dificultades fue evitar que el polen de otras variedades de cítricos afectara la producción de semillas en los árboles de Isabelina. El equipo logró superar este obstáculo mediante técnicas avanzadas de biotecnología, asegurando que la nueva mandarina se mantuviera completamente estéril incluso en presencia de polen externo.

Además, conservar el sabor característico y el rendimiento de la fruta sin alterar su genética básica fue otro reto complejo. Como explica Martiz:, "lo más difícil fue equilibrar la falta de semillas sin comprometer la calidad del fruto, manteniendo su dulzor y textura característicos".

Este proceso no solo implicó años de investigación y pruebas en laboratorio, sino también rigurosos ensayos en campo para verificar la estabilidad de la variedad.

Una variedad que aporta a la sostenibilidad

Además de los beneficios comerciales, la Isabelina también contribuye a la sostenibilidad en el sector agrícola. Su adaptabilidad a diferentes condiciones climáticas y su capacidad de madurar temprano la convierten en una opción viable para zonas con inviernos fríos o propensas a heladas.

Esto no solo reduce las pérdidas por condiciones climáticas adversas, sino que también mejora la productividad y rentabilidad de los cultivos.

Chile se encuentra en un momento clave de su desarrollo agrícola, y avances como la mandarina Isabelina demuestran el potencial de la innovación científica en la mejora de la competitividad del país en el mercado global.

Desarrollo futuro: limones sin semillas en la mira

El trabajo de Martiz y su equipo no se detiene con la mandarina. El próximo proyecto, actualmente en desarrollo, apunta a crear una variedad de limones sin semillas, siguiendo la misma línea de investigación aplicada a la Isabelina. Este avance promete generar un impacto positivo en la producción y exportación de limones chilenos, mejorando su valor en mercados internacionales.

Limones sin semillas
El lanzamiento de los limones sin semilla traerá facilidad y conveniencia tanto para los consumidores como para la industria alimentaria.

La investigadora estima que este nuevo desarrollo podría estar listo dentro de los próximos cinco años, lo que aumentaría significativamente las oportunidades de exportación, especialmente en mercados que valoran la calidad y conveniencia de los productos sin pepas.

Fuentes y referencias de la noticia:

- Barriga, M. Cómo es Isabelina, la nueva variedad chilena de mandarinas sin semillas- Mundoagro.(2024).