Koalas pasan a ser especie en peligro de extinción en Australia
Degradación y pérdida de hábitat, efectos del cambio climático y enfermedades han llevado a la disminución alarmante de individuos de esta icónica especie de Australia. ¿Qué se hará para evitar su desaparición?
Desde el pasado viernes (11 de febrero), el koala ha pasado a ser declarado una especie en peligro de extinción en gran parte de la costa este australiana. La gran sequía que sufre esa parte del país, la tala de bosque y los terribles incendios forestales que han afectado de los últimos años a Australia, están en la lista de las principales causas de la rápida disminución en el número de estos marsupiales.
Según datos divulgados por CNN es español, de un estudio realizado por la Fundación Australiana del Koala, el número de Koalas en Australia pasó de más de 80.000 individuos en 2018 a menos del 58.000 hacia el 2021, siendo Nueva Gales del Sur, la región que más sufrió la merma de koalas, alcanzando un 41% de pérdidas.
La medida busca dar más protección a los koalas, y para ello el gobierno australiano se ha comprometido a destinar 50 millones de dólares australianos (más de 35 millones de dólares americanos) para la recuperación y protección del hábitat de la especie. Además de los incendios forestales, la deforestación producto de la agricultura, para la expansión urbana y para el desarrollo de actividades como la minería y silvicultura, también han dejado sus efectos en las áreas donde los koalas acostumbraban vivir.
Un estudio sobre la población de koalas en Nueva Gales del Sur publicado en 2020, ya daba cuenta del extremo peligro que la especie venía sufriendo en relación a la tasa de disminución de individuos, destacando que la especie podría desaparecer por completo hacia 2050 de esta parte de Australia, si no se toman medidas adecuadas por parte de las autoridades que protejan su hábitat .
Conoce más sobre los koalas
Estos animales que se asemejan tanto a un oso de peluche, son en realidad parientes de los canguros, que, al igual que ellos, tienen una bolsa donde cargan sus crías recién nacidas por varios meses hasta completar su desarrollo.
Los koalas nacen ciegos, y gracias al olfato y tacto logran abrirse camino desde el canal de parto hasta el marsupio —nombre que recibe la bolsa de los marsupiales— donde reciben los nutrientes necesarios para su desarrollo a través de la leche materna. Generalmente los koalas tienen apenas una cría por vez y estas permanecen dentro del marsupio hasta los seis a siete meses, cuando comienzan a dar sus primeras salidas para comer hojas, aunque complementarán su alimentación con leche materna hasta alrededor de un año de vida.
Su hábitat se concentra en el este australiano, una región con gran abundancia de eucaliptus. Los koalas pasan prácticamente toda su vida sobre estos árboles —de los cuales se alimentan— donde duermen agarrados de sus ramas por casi 20 horas al día.
Son animales con hábitos nocturnos y prácticamente no beben agua —extraen el líquido necesario de su alimento. Comen alrededor de 1 kg de hojas por día y poseen un sistema digestivo especialmente adaptado para neutralizar los efectos tóxicos de los aceites esenciales que contienen las hojas de eucalipto.