La Amazonia ya no es más el 'pulmón verde' del planeta
La Amazonia ha sido una fuente importante de remoción de carbono de la atmósfera, ayudando en el combate del cambio climático. Sin embargo, debido a la constante destrucción de ella, su capacidad de absorber carbono está disminuyendo.
Parte de la selva amazónica ha perdido su capacidad de absorber el carbono de la atmósfera ¡y ha pasado a emitirlo! La revelación vino en un estudio encabezado por la investigadora Lucia Gatti, del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), publicado recientemente en la revista Nature.
Para verificar el saldo neto de carbono, o sea, la diferencia entre lo que era absorbido y emitido, los investigadores registraron 590 mediciones del perfil vertical de concentraciones de dióxido de carbono (CO2) y monóxido de carbono (CO) entre la superficie e 4.500 metros de altura, utilizando aviones. Estos registros se realizaron entre 2010 y 2018 en cuatro regiones diferentes de la Amazonia: noroeste, sudoeste, noreste y sureste.
Con estos datos, los autores descubrieron que la parte más a oeste de la Amazonia aún absorbe carbono, aunque muy sutilmente, mientras que las regiones más al este pasaron a emitirlo hacia la atmósfera, en especial el sureste. ¿Cuál es la diferencia principal entre el este y oeste amazónico? La tasa de deforestación e interferencia humana: en el sector este, es mucho más grande.
Los investigadores también infirieron que las regiones con más deforestación tienen una tendencia más clara al aumento de temperaturas y disminución de las lluvias. Esto es aún más evidente en los meses de la estación seca (entre agosto y octubre) donde la reducción de lluvias llega a ser superior al 30% y la temperatura hasta 2 ºC más elevada. Con la estación seca más cálida, con menos humedad y más duradera, el estrés de la vegetación se incrementa, comprometiendo aún más la absorción de carbono.
Calentamiento global: 2021 en camino de estar entre los top 10.
El balance de carbono para toda la Amazonia Sudamericana, obtenido para el periodo entre 2010 y 2018, entrega una emisión de 1.060 millones de toneladas de carbono por año a la atmósfera, mientras que la emisión generada por los incendios forestales en el mismo periodo fue de 1.510 millones de toneladas de carbono por año. Esto significa que la Amazonia es capaz de absorber apenas el 30% de las emisiones provenientes de los incendios forestales. Si se considera solo la selva amazónica en Brasil, esta cifra cae para 18%.
El estudio concluye que si no existieran más incendios forestales y la deforestación fuese cero, además de reducir las emisiones de carbono, la Amazonia brasileña podría remover cerca de 200 millones de toneladas de carbono por año.
Junio: mes récord de incendios y deforestación
Infelizmente, datos del INPE mostraron que el número de incendios forestales en la Amazonia aumentó drásticamente el pasado junio, registrando 2.308 focos, el valor más alto registrado desde 2007 para ese mes.
Además de los incendios, de acuerdo con datos del Instituto del Hombre y Medio Ambiente de la Amazonia (Imazon), 926 km2 de selva fueron destruidos en junio, un área tres veces más grande que la ciudad de Fortaleza, ubicada en el estado de Ceará, en el noreste brasileño. Con esto, la deforestación acumulada en los últimos 11 meses (entre agosto de 2020 y junio de 2021) llegó a 8.381 km2, 51% a más con relación al periodo que va de agosto de 2019 a junio 2020, que había registrado 5.533 km2 de área deforestada.
Considerando solamente el año de 2021, de enero a junio la Amazonia ha perdido 4.014 km2 de vegetación, el número más alto de deforestación más alto primer semestre en los últimos 10 años.