La cebolla es la primera hortaliza incluida en las zonas agrícolas de riesgo climático del Brasil

El clima de Brasil ya fue considerado uno de los mejores para la implementación y desarrollo de muchos cultivos debido a las condiciones del suelo y los nutrientes, y también por la distribución de las precipitaciones y las temperaturas. Sin embargo, con el cambio climático esto se ha visto cada vez más alterado, lo que aumenta los riesgos para la producción agrícola en determinadas localidades y épocas del año.

Fue con esto en mente que se creó el Programa Nacional de Zonificación Agrícola de Riesgo Climático (ZARC), que tiene como objetivo delimitar áreas y épocas del año con bajo riesgo para que los productores rurales realicen la siembra. La cebolla es la primera hortaliza incluida en el programa, para todas las regiones brasileñas.

La idea principal del programa es que, al seguir las recomendaciones del ZARC, los agricultores corran menos riesgos, es decir, que estén menos sujetos a las adversidades climáticas y aún pueden beneficiarse de diversos subsidios estatales como el Programa de Garantía de la Actividad Agrícola (Proagro) y también del Programa de Subsidio a la prima del Seguro Rural (PSR).

Es importante resaltar que muchos agentes financieros solo liberan crédito rural para cultivos en áreas zonificadas por el ZARC, especialmente en el caso de los medianos productores que acceden al Programa Nacional de Apoyo a los Medianos Productores Rurales (Pronamp).

La cebolla en Brasil

La cebolla es, sin dudas, la hortaliza más utilizada en todo el mundo. Es un ingrediente básico en casi todos los platos, especialmente en Brasil. Su cultivo se produce en diferentes localidades brasileñas, pero está más concentrada en la región sur, partes del sudeste —como São Paulo y Minas Gerais—, partes del centro oeste —como Goiás— y también en partes del nordeste —como los estados de Bahía y Pernambuco. Todo esto representa alrededor del 95% de la producción nacional.

A pesar de estar presente en casi todos los platos, la producción brasileña ocupa el puesto 13 en el mundo, con una producción de alrededor de 1,6 mil millones de toneladas por año.

Sin embargo, la mayor parte de la producción de cebolla se concentra en los meses de marzo a noviembre y es suficiente para abastecer casi exclusivamente el mercado interno, es decir, casi no se exporta cebolla.

Según el investigador de Embrapa Hortaliças de Brasília, es de suma importancia que los productores utilicen sólo cultivares probados y recomendados para cada lugar y época del año, ya que existe una base con orientación técnica de empresas de asistencia y extensión rural capacitadas en cada zona.

¿Cómo se evalúa el riesgo climático de los cultivos?

Existen varios criterios para evaluar el riesgo climático para un determinado cultivo, y uno de ellos que se considera muy importante en el programa es que el productor preste atención a las áreas que ya han tenido la ocurrencia de putrefacción blanca (Stromatinia cepivora Berk.sin. Sclerotium cepivorum), considerada una de las principales enfermedades que pueden llegar incluso a provocar la pérdida total de la producción de cebolla.

Y por supuesto, uno de los puntos más impactantes que hicieron de la cebolla la primera hortaliza en entrar en ZARC es que el cultivo está muy influenciado por las condiciones meteorológicas, es decir, la disponibilidad de agua, el fotoperiodo, la temperatura y las precipitaciones son elementos cruciales para el desarrollo del cultivo. De hecho, debido a la alta sensibilidad de la cebolla a la falta de agua, el cultivo se realiza casi exclusivamente en regadío.

Debido a estos factores, los cultivares de cebolla disponibles para producción en Brasil se dividen en dos grupos: días cortos (que requieren al menos 12 horas de luz diaria para bulbificarse) y días intermedios (que requieren 13 horas o más de luz diaria).

Pensando en los riesgos climáticos y las necesidades de cada cultivar, el ZARC estableció las fechas de siembra (diez días) en municipios favorables al cultivo de cebolla, los cuales se separaron con niveles de riesgo climático del 20%, 30% y 40% dependiendo de los siguientes criterios:

• deficiencia hídrica severa al no alcanzar el límite mínimo del índice de satisfacción de necesidades hídricas (ISNA), en un sistema de temporal;
• temperaturas muy bajas y nocivas para el cultivo por la probabilidad de ocurrencia de valores mínimos de temperatura inferiores o iguales a 11°C;
• temperaturas muy elevadas y nocivas para el cultivo por probabilidad de valores máximos de temperatura superiores a los 34°C;
• el exceso de lluvia o exceso de agua perjudicial para el cultivo por la probabilidad de precipitación acumulada mayor a 130 mm en la etapa final de maduración y en la cosecha;
• el exceso de lluvia o exceso de agua por la probabilidad de ocurrencia de precipitación acumulada mayor a 150 mm, en la fase de implementación del cultivo cuando se realice mediante siembra directa o siembra de plántulas;
• exceso de lluvia o exceso de agua por probabilidad de ocurrencia de precipitación acumulada mayor a 210 mm, en la fase de implementación del cultivo cuando se realiza mediante bulbos.

Dónde encontrar los resultados

Los estudios nacionales del ZARC cumplen con los objetivos del Programa Nacional de Zonificación de Riesgo Climático Agrícola. El cumplimiento de las fechas de siembra recomendadas por el ZARC es de obligado cumplimiento para los productores que deseen acceder al Programa de Garantía de la Actividad Agropecuaria (Proagro) y al Programa de Subsidio al Seguro Rural (PSR).

Los resultados del ZARC cebolla están disponibles en el MAPA (Ministerio de Agricultura y Pecuaria), en el Panel de Indicadores, y en la aplicación ZARC Plantio Certo (IOS, Android).

Referencia de la noticia: MAPA - Mapa inclui cebola no Zoneamento de Risco Climático.