¿La Niña eterna? El fenómeno vuelve a fortalecerse hacia la primavera
La Niña —la fase fría de ENOS— sufrió un debilitamiento en los últimos meses. Ahora todo indica que vuelve a fortalecerse hacia la primavera. ¿Hasta cuándo durará?
Durante el comienzo de julio, hemos acumulado gran cantidad de lluvia y nieve, en la zona centro norte. Y si esto lo asociamos al fenómeno de La Niña, quizás pueda ser algo impensado, si por mucho tiempo hemos escuchado que afecta en la Megasequía.
Este enfriamiento de la temperatura superficial del mar, que ya lleva buen tiempo manifestándose, nos estaba jugando en contra respecto a la posibilidad de precipitaciones, ya que su presencia altera los patrones de lluvia y temperatura a nivel global.
Lo cierto es que durante los últimos meses, La Niña presento un debilitamiento y a eso agregamos que hoy estamos en otro panorama, con muchas localidades muy cercanas a la normalidad, debido a grandes eventos de precipitaciones.
¿Cómo viene La Niña los próximos meses?
El Instituto de Investigación Internacional para el Clima y la Sociedad (IRI) perteneciente a la Universidad de Columbia, junto al Centro de Predicción Climática (CPC) de la NOAA, son centros de pronósticos encargados de entregar datos mediante sus predicciones numéricas, para conocer el estado de El Niño/Oscilación del Sur (ENOS).
Su último pronóstico nos entrega datos bastante importantes de su comportamiento desde julio en adelante. En él podemos ver que las variables oceánicas y atmosféricas se han mantenido persistentes bajo condiciones de La Niña, pero un tanto debilitadas (julio-septiembre con un 66%).
Sin embargo, se aprecia un leve incremento para los meses siguientes, agosto- octubre 2022, de un 68% y un peak entre 69 y 70% entre septiembre y diciembre. Hacia el verano, se prevé una tendencia hacia una condición neutra a partir de enero 2023. ¡Tenemos Niña para un buen rato!
La Niña no es el único fenómeno que puede afectar las lluvias en Chile
El debilitamiento de la Niña, el último periodo, puede haber favorecido las lluvias intensas de la zona centro y centro sur del país, pero no es el único factor que puede ocasionar que los sistemas frontales lleguen hasta el tramo con abundantes lluvias.
Existen otros factores, como por ejemplo el anticiclón subtropical del Pacífico, el que es determinante para el desplazamiento de sistemas frontales. Solíamos relacionar la intensificación del Anticiclón a La Niña, lo que disminuía las precipitaciones y su debilitamiento a El Niño, que favorecía la ocurrencia de lluvias en invierno. Pero desde un tiempo a esta parte, todo se ha tornado más caótico, lloviendo intensamente o no, con el fenómeno de La Niña o El Niño presente.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) recalca que estos fenómenos se están produciendo bajo la incidencia del cambio climático que hace que los fenómenos extremos, sean mucho más intensos, además de cambiar los parámetros de temperatura y precipitación.
Y así como ENOS, hay otras oscilaciones que pueden orientarnos acerca de la ocurrencia de lluvias, como la Oscilación de Madden-Julian (MJO), la cual nos muestra las zonas de tormentas más o menos activas y la probabilidad de que alguna de ellas llegue con mayor intensidad a la zona sur y logre trasladarse al centro del país.
O la Oscilación Antártica (AAO) que en su fase negativa indica que las bajas presiones se podrían mover más al norte, favoreciendo las precipitaciones y pudiendo alcanzar la zona central.
¿Cómo se debe comportar la lluvia en los próximos meses?
La Dirección Meteorológica de Chile (DMC) sostiene en su último boletín de pronóstico estacional julio-agosto-septiembre, que a pesar de comenzar el mes con varios días de precipitaciones, que redujeron significativamente el déficit, se mantiene la predicción de condiciones secas para la zona entre La Serena y el sector norte de Los Lagos.
Un mes lluvioso no indica que todo el trimestre lo será, ya que las proyecciones siguen mostrando una condición bajo lo normal entre Coquimbo y Los Lagos, indicando que, es posible que el trimestre finalice con acumulados inferiores al rango normal.