Las grandes ciudades están sobrecalentando a sus ciudadanos al no plantar más árboles
Una nueva métrica llamada regla 3-30-300 es un estándar para aumentar la cobertura de árboles en las ciudades, lo que será importante para enfriar las poblaciones urbanas durante el cambio climático. Pero ¿en qué consiste esta regla?
Un estudio dirigido por la Universidad RMIT en Australia que mide el acceso a la naturaleza en las principales ciudades del mundo concluye que la mayoría de ellas tienen una cobertura de vegetación inadecuada a pesar de poder acceder a numerosos árboles.
Menos del 30% de los edificios en Ámsterdam, Nueva York, Denver, el centro de Sídney, el centro de Melbourne y Buenos Aires se encontraban en barrios con una cobertura de vegetación adecuada con árboles.
Sin embargo, hubo algunos ganadores. Seattle y Singapur superaron la meta del 30% de cobertura de vegetación, lo que permitió que el 45% y el 75% de sus edificios tuvieran la ventaja de la sombra en los días calurosos. En cambio, la ciudad de Nueva York y Ámsterdam obtuvieron una puntuación de casi cero en cuanto a cobertura de vegetación, a pesar de que la mitad o más de los edificios tenían vistas a al menos tres árboles.
La regla 3-30-300
La regla 3-30-300 es una medida de ciudades sostenibles que está surgiendo ahora. Esta nueva métrica fue propuesta por el profesor Cecil Konijnendijk, experto holandés en silvicultura urbana, y ahora se está consolidando en todo el mundo.
En esencia, la regla es que cada casa, escuela o lugar de trabajo debe tener una vista de al menos tres árboles. También existe la regla de que estos sitios deben estar en un vecindario con al menos un 30% de cobertura de árboles y estar a 300 metros de un parque.
Esto influye en la planificación urbana para una comunidad ecológicamente más equilibrada. La cobertura de árboles y la vegetación ayudan a enfriar los entornos urbanos. Este tipo de medidas "verdes" podrían ayudar a amortiguar los efectos intensos de las olas de calor que se espera que vengan con la continuación del cambio climático.
Los investigadores descubrieron que el acceso a los parques en diferentes ciudades puede estar fragmentado, con resultados mixtos. Ámsterdam y Singapur obtuvieron puntuaciones altas, pero la ciudad de Nueva York y Buenos Aires no.
Resultados preocupantes a medida que cambia el clima
En última instancia, la mayoría de los edificios de la ciudad en su estudio no superaron la prueba del 30% de cobertura de árboles. La Dra. Thami Croeser, investigadora de la Universidad RMIT, encontró este resultado preocupante. Puede ser especialmente así a medida que las olas de calor se intensifican con el cambio climático.
Esto puede ser especialmente así después de que 2023 fuera el año más caluroso registrado y una cuarta parte de la población mundial estuviera sometida a niveles de calor extremo. Una mayor cobertura de árboles en las ciudades habría ayudado a enfriarlo. No se trata solo de un problema ambiental, sino que afecta a la salud humana.
El profesor Cecil Konijnendijk explicó:
“Revisé décadas de ciencia que vincula la naturaleza con la salud humana y descubrí que las vistas a la naturaleza, la cobertura de árboles y los parques son realmente esenciales si queremos estar mentalmente sanos, físicamente activos y a salvo de los impactos de las olas de calor”.
Pero hay muchos efectos secundarios positivos cuando se trata de aumentar la cobertura de árboles. Croeser, del Centro de Investigación Urbana del RMIT, dijo: “Investigaciones anteriores han demostrado que la depresión, la ansiedad, la obesidad y el golpe de calor son más frecuentes en las áreas urbanas que carecen de acceso a la sombra de los árboles y a los espacios verdes abiertos. La cobertura de árboles no solo aumenta el enfriamiento, sino que también puede reducir el riesgo de inundaciones, además de beneficiar la salud mental y física y apoyar la biodiversidad urbana”.
Infraestructura versus árboles
A pesar de sus beneficios, existe una barrera para plantar árboles en algunas calles. Los métodos modernos y actuales de diseño o reacondicionamiento de aceras no parecen favorecer el crecimiento saludable de la vegetación. Por ejemplo, puede haber infraestructuras consideradas prioritarias, como tuberías y cables.
La consideración de los espacios verdes debería ser una consideración esencial desde la etapa de diseño de las comunidades urbanas. Si bien existe un conflicto con la infraestructura urbana, lo ideal sería que esta sea lo suficientemente maleable como para adaptarse a la naturaleza.
Fuentes y referencias de la noticia:
- Loïc Gillerot, Dries Landuyt, Pieter De Frenne, Bart Muys, Kris Verheyen, Urban tree canopies drive human heat stress mitigation, Urban Forestry & Urban Greening, Volume 92, 2024.