Las intricadas interacciones entre La Niña y la Oscilación Madden-Julian en el Pacífico
La presencia de La Niña no sólo afecta a los patrones de temperatura del mar, también afecta a la convección y el comportamiento de otras oscilaciones, como la Oscilación Madden-Julian.
La Niña está presente ahora mismo en el Pacífico ecuatorial, desde hace ya varias semanas. Sin embargo, los modelos de pronóstico estiman que hacia el trimestre de otoño ya esté de vuelta la neutralidad.
Y quizás ya hay algunos indicios de esta esperada corta vida de La Niña. Por ejemplo, el patrón de anomalías de temperatura superficial del mar (TSM) en el Pacífico ecuatorial no es el típico patrón de La Niña. Las anomalías frías están concentradas en el Pacífico central, zonas Niño 3.4 y Niño 4, pero hacia la costa de Sudamérica, que suele estar fría también durante los eventos La Niña, ahora mismo hay anomalías positivas de TSM.
Pero a pesar del patrón de anomalías de TSM, La Niña ha generado cambios en los patrones de lluvia que interactúan con otras oscilaciones y generan anomalías en distintos rincones del planeta.
La Oscilación Madden-Julian en el Pacífico
La Oscilación Madden-Julian (MJO) es una perturbación tropical de precipitación, nubes, viento y presión que se mueve de oeste a este. A diferencia de ENSO, la MJO no es estacionaria. Entonces, mientras ENSO provoca anomalías persistentes, que pueden durar meses, sobre una región, la MJO provoca anomalías transitorias.
Con La Niña, se suprime la convección profunda en el Pacífico central y se favorece sobre el Continente Marítimo. En otras palabras, zonas como Indonesia reciben más precipitación, mientras que el Pacífico central recibe menos lluvias. Como estas anomalías son persistentes -en este caso presentes desde más o menos septiembre de 2024- eso también se conecta con el comportamiento de la MJO.
Si miramos el diagrama Wheeler-Hendon de los últimos meses, la MJO ha evitado la Fase 8 (Pacífico central). En Diciembre, la MJO estuvo activa sobre el Continente Marítimo (Fases 4 y 5) para luego transicionar hacia el Pacífico occidental (Fase 6) perdiendo rápidamente intensidad. Después de eso, sólo hubo un pequeño peak en la Fase 8 (cuadro negro segmentado).
Que la MJO evitara las Fases 7 y 8 puede y parece estar relacionado con la presencia de La Niña que suprime la convección en esa zona del Pacífico. Es una interacción entre la presencia de La Niña y los transitorios pasos de la MJO. Esta interacción puede funcionar en las dos direcciones: mientras La Niña suprime la convección impidiendo que la MJO se active en el Pacífico central, la presencia de la MJO podría generar anomalías que aceleren el término de La Niña.
El paso de la MJO por la Fase 8 en enero generó una pequeña anomalía de viento del oeste en el Pacífico, lo que es contraproducente con las anomalías asociadas a La Niña. Posteriormente, la MJO se mantuvo activa en toda la vuelta entre la Fase 1 y Fase 7, para de nuevo encontrarse con la convección suprimida del Pacífico en Febrero. A mediados de Febrero, la MJO tuve un pequeño paso por la Fase 8 lo que provocó un nuevo pulso de viento del oeste en el Pacífico. Estos pequeños pasos de la MJO por la Fase 8 pueden ser parte de la explicación de por qué los modelos estiman un término para las próximas semanas.