Impresionante: llamarada de una estrella como nunca otra antes vista
Si existiera vida en el camino de la gran explosión liberada por la enana roja Próxima Centauri en mayo de 2019, estaría en grave problema. ¿Es posible que nuestro Sol algún día haga algo similar?
La noticia ha pasado desapercibida para la mayoría de los mortales, pero no para los astrónomos. Científicos han detectado una de las mayores erupciones estelares jamás registradas en nuestra galaxia, y de acuerdo a lo reportado por LiveScience, chorros de plasma salieron disparados del vecino más cercano del Sol, la estrella enana roja Próxima Centauri. La llamarada, fue unas 100 veces más potente que cualquier otra experimentada en nuestro sistema solar.
Para algunos investigadores, esta gran explosión estelar podría cambiar la forma en que los científicos piensan sobre la radiación solar y la vida extraterrestre. Próxima Centauri es una enana roja, el tipo de estrella de secuencia principal más pequeño, tenue y común de la galaxia, situada a unos 4,25 años luz de la Tierra. Su masa es sólo una octava parte de la de nuestro Sol y está orbitada por dos exoplanetas. Uno de estos planetas, Próxima Centauri b, se considera similar a la Tierra y se encuentra dentro de la zona habitable de la estrella, es decir, a la distancia de una estrella que podría permitir el desarrollo de la vida, según los investigadores.
Los científicos utilizaron nueve telescopios terrestres y orbitales, incluyendo el telescopio espacial Hubble, el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array y el Transiting Exoplanet Survey Satellite de la NASA, para vigilar de cerca a Próxima Centauri durante un total de 40 horas a lo largo de varios meses en 2019. El 1 de mayo de 2019, el equipo captó la mega llamarada, que brilló durante solo 7 segundos y fue visible principalmente en el espectro ultravioleta.
Una llamarada como nunca otra antes vista
Esta gran llamarada resultó unas 100 veces más poderosa que cualquiera que haya producido nuestro Sol, o que se haya observado en la galaxia. Si algo así ocurriera en nuestro sistema solar, la vida en la Tierra estaría en grandes dificultades. La investigación fue publicada en la revista The Astrophysical Journal Letters, y ha sido dirigida por la Universidad de Colorado Boulder y podría contribuir a la búsqueda de vida más allá del sistema solar de la Tierra.
Según lo indicado por Science Daily, la astrofísica de la Universidad de Colorado Boulder, Meredith MacGregor, explicó que Próxima Centauri es una estrella pequeña pero poderosa. Se encuentra a sólo cuatro años luz. Uno de los dos planetas que la circundan podría ser muy muy parecido a la Tierra. Próxima Centauri tiene aproximadamente un octavo de la masa de nuestro Sol.
La llamarada producida por esta enana roja ha sido una ráfaga de radiación que comenzó cerca de la superficie de la estrella con inusitada violencia. Eureka Alert señala que las erupciones estelares se producen cuando un cambio en el campo magnético de la estrella acelera los electrones a velocidades cercanas a la de la luz. Los electrones acelerados interactúan con el plasma altamente cargado -que constituye la mayor parte de la estrella-, provocando una erupción que produce emisiones en todo el espectro electromagnético.
Atmósferas y océanos aniquilados
A lo largo de los miles de millones de años transcurridos desde la formación de Próxima b, erupciones como ésta podrían haber evaporado cualquier atmósfera u océano y haber esterilizado la superficie, lo que sugiere que la habitabilidad puede implicar algo más que estar a la distancia adecuada de la estrella anfitriona para tener agua líquida. Para muchos, sin dudas también es necesario una buena dosis de “suerte”.
En los pocos segundos que duró la llamarada, la estrella pasó de ser normal a ser 14.000 veces más brillante vista en longitudes de onda ultravioleta. La potencia de esta llamarada y el tipo de radiación que emitió podrían cambiar lo que se sabe sobre las enanas rojas y las posibilidades de que la vida se desarrolle en los planetas que las orbitan. Estos campos de energía, creados por grandes cantidades de gas cargado eléctricamente, pueden retorcerse y volver a su sitio de repente para liberar una enorme cantidad de energía en forma de radiación, algo así como disparar una banda elástica a alguien con los dedos.
La llamarada de Próxima Centauri fue extremadamente potente en comparación con las emitidas por el Sol. A diferencia de las erupciones solares, ésta también emitió diferentes tipos de radiación. En concreto, produjo una enorme oleada de luz ultravioleta y ondas de radio, lo que se conoce como "radiación milimétrica". Este tipo de explosiones emiten tanta cantidad de radiación que puede destruir la atmósfera de un planeta e incluso exponer a las formas de vida a una radiación mortal. Estar en su camino no es el mejor lugar para estar para formas de vida como las que conocemos.