Lluvias altiplánicas: ¿cuándo comienza el periodo de lluvias de verano en Chile y cómo afectará el fenómeno de La Niña?

Como ya debes saber, se aproxima el periodo de lluvias en el altiplano chileno. Durante estas precipitaciones, los riesgos de aluvión aumentan. Descubre cómo se forman y qué papel tendría La Niña si se concreta su llegada.

desierto y nubes de tormenta
El Norte Grande se caracteriza por presentar lluvias y tormentas durante el verano. ¿En qué zonas se reciben y por qué en esta época del año?

Estamos cada vez más próximos al periodo de lluvias altiplánicas. En la cordillera del Norte Grande, se espera que entre noviembre y diciembre comiencen a ingresar grandes mantos nubosos por el este que podrían dejar precipitaciones, acompañadas en muchas ocasiones de tormentas eléctricas.

En estos episodios lluviosos, lo que preocupa son los aluviones y las crecidas súbitas en los cauces, dejando consecuentes desastres en las ciudades andinas o del interior, como ha ocurrido en años anteriores.

Las lluvias estivales se originan principalmente en el Altiplano chileno, debido a la influencia de la Alta de Bolivia.

Estamos acostumbrados a que llueva en el sur e incluso a que caigan algunas gotas en el centro norte de Chile, lo que normalmente se relaciona al paso de un sistema frontal o de una baja segregada que incursiona por el territorio. En este caso, se trata de precipitaciones que ocurren durante el verano austral en el Altiplano, siendo frecuentes en el norte de Chile en esta época del año. Lo que pudiera parecer una lluvia ligera, en el norte árido pudiera verse como un "diluvio".

Y... ¿por qué suceden en verano?

Para entender esto, debemos adentrarnos en los patrones climáticos que caracterizan al Altiplano chileno. Estas lluvias forman parte del conocido "invierno boliviano" o "invierno altiplánico", que a su vez se conecta con el Monzón Sudamericano, un conjunto de tormentas convectivas que se desarrolla entre diciembre y marzo sobre gran parte de la zona tropical y subtropical del continente, comenta René Garreud, climatólogo y profesor de la Universidad de Chile.

tormenta, lluvia
En el verano, se desarrollan las tormentas convectivas (con ascenso de aire y precipitaciones intensas, pero localizadas) en el Altiplano chileno, que se desarrollan durante la tarde y primeras horas de la noche.

En la época estival, se generan todas las condiciones necesarias para las lluvias altiplánicas: alta humedad que ingresa desde el océano Atlántico y un fuerte calentamiento superficial. Con el monzón sobre el centro de Sudamérica se propicia la expansión de la columna de aire y una circulación anticiclónica en niveles superiores de la atmósfera, denominada "Alta de Bolivia".

Alta de Bolivia: la protagonista del "invierno boliviano"

La circulación del este en la alta atmósfera se vuelve predominante en esta área geográfica, favorecida por la posición del máximo solar durante el verano. Así es como la humedad –disponible principalmente sobre el Amazonas– es transportada hacia el Altiplano.

Durante la mayor parte del año, los vientos en altura cruzan los Andes hacia el este, lo que da origen a una estación seca. Sin embargo, llegados los meses de verano esta situación se invierte. El desarrollo de la Alta de Bolivia permite que corran vientos provenientes del este y favorezcan la entrada de ese aire más húmedo sobre el Altiplano, principalmente cuando está más activa. Estos son los ingredientes esenciales para las tormentas intensas y convectivas.

Según los pronósticos, ¿qué esperamos de La Niña?

En años de La Niña, el aumento de humedad en la cuenca amazónica y la intensificación de los vientos alisios sobre el Atlántico ecuatorial propicia, normalmente, una estación más lluviosa de lo normal en la cordillera norteña.

A finales de año, pudiera favorecerse la llegada de La Niña en un 71% de probabilidad, aunque se espera que sea un evento débil. Bajo estas condiciones, el vapor de agua disponible en la atmósfera es mayor sobre el Altiplano.

Debemos seguir de cerca los cambios en la temperatura superficial del mar y sus efectos en la atmósfera para saber si, efectivamente, tendremos un verano bajo la influencia de la Niña y cuánto podría contribuir en la intensidad de las tormentas y precipitaciones estivales durante el conocido "invierno altiplánico".

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