¡Los dragones existen! ¡Incluso viven en esta cueva en Eslovenia!

En Eslovenia, en una de las cuevas más visitadas de Europa, ¡es posible ver dragones bebés! O más bien, el animal que más se acerca a los dragones, ¡y puede vivir hasta los 100 años!

Bebé Dragón; Cueva de Postojna
La cueva eslovena recibe hasta 40 millones de visitantes por año, los que vienen a observar salamandras de cueva, que se asemejan a bebés dragones.

"Esto es lo más parecido a un dragón que jamás veré", dijo Katarina Kanduč, bióloga en Postojna, Eslovenia. En este país existe una cueva considerada la más biológicamente diversa del mundo. En estas cuevas subterráneas llenas de ríos viven grillos, ciempiés y otros escarabajos, pero también... ¡dragones bebés!

No tienen alas y no escupen fuego, pero estas criaturas de cola larga se conocen como proteo o Proteus anguinus. En realidad son pequeñas salamandras acuáticas, casi traslúcidas. ¡La especie de anfibio puede medir hasta 30 cm y regenerar extremidades! Y esas no son sus únicas características legendarias.

De hecho, estas pequeñas salamandras también pueden vivir hasta 100 años e incluso vivir sin comer durante un década. Los proteos o salamandras de cueva viven en cuevas en Italia, Eslovenia y Albania, y sus características intrigan a los científicos, que estudian su código de ADN para comprender los procesos de regeneración y adaptación.

A pesar de su longevidad, estos animales están catalogados como vulnerables por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) por falta de datos. Es difícil para los científicos estimar cuántos viven a lo largo de la costa del Adriático desde el norte de Italia hasta Albania. Su hábitat acuático está amenazado por la contaminación y en particular por los fertilizantes que penetran en la roca.

El Parque de la Cueva de Postojna, ubicado a menos de una hora de la capital eslovena, Ljubljana, permite observar y preservar la especie. Es la cueva turística más visitada de Europa —más de 40 millones de personas que la recorren cada año— motivo de orgullo para Eslovenia por su patrimonio espeleológico.

Durante siglos, los lugareños creyeron que los dragones vivían en las profundidades de la cueva. En invierno, cuando una cálida niebla salía de la cueva, los habitantes de Postojna pensaban que era el aliento de un dragón. Entonces, cuando el río en la cueva se desbordó y reveló extrañas salamandras, la gente creyó que un animal mucho más grande de la misma especie se escondía en la cueva.

La ciudad de Postojna ayuda en la conservación de los anfibios. Recientemente anunció el nacimiento de 30 proteos bebés en la cueva: ¡un récord! Especialmente cuando sabes que en la naturaleza, según los científicos, solo dos de cada 500 huevos eclosionan.