Lugares increíbles: ¿dónde queda la Tierra de los Siete Colores?
En el corazón de la selva de una isla en el Océano Índico se encuentra la misteriosa Tierra de los Siete Colores, que recuerdan a unas dunas con los colores del arcoíris. ¿Por qué existe esta formación? Aquí te desvelamos los secretos de este sorprendente lugar.
No hace mucho celebramos en Meteored el Día Mundial del Arcoíris, donde compartimos videos con fotografías que nos enviaron nuestros seguidores desde varios continentes en las que el protagonista es este bonito fotometeoro. Sin embargo, en la superficie podemos encontrar "arcoíris" muy singulares en montañas, ríos, lagos...
Uno de ellos se encuentra en Mauricio, aunque sin duda lo que primero nos viene a la cabeza son sus playas paradisíacas de arena blanca y fina, la barrera de coral con sus aguas azul turquesa, cuya orografía se caracteriza por sus grandes desniveles debido a sus picos montañosos, islas y cráteres de origen volcánico.
El primer Geoparque de Mauricio
En el corazón de la isla, se encuentra la sorprendente y misteriosa Tierra de los Siete Colores de Chamarel. Se trata de una formación geológica muy rara que se encuentra cerca de la cascada de Chamarel. Es el primer Geoparque de isla Mauricio, con una extensión que ronda las 8,5 hectáreas y que cuenta con un patrimonio natural magnífico.
Tras un largo camino que atraviesa la exuberante vegetación tropical, se llega de repente a un claro en el bosque, donde el suelo presenta unas formas onduladas que recuerdan a las dunas de una playa, pero de diferentes tonalidades que conforman un paisaje tan asombroso como pintoresco, recordando al arcoíris, pero en el suelo.
Los "siete colores" nunca se mezclan
Ocre, rojo, amarillo, verde, violeta, azul, púrpura… debido a esta gama de tonalidades empezó a ser conocida como la Tierra de los Siete Colores. El suelo está compuesto por roca volcánica (principalmente basalto) y fusiones de metales como aluminio, zinc, hierro y cobre, óxidos minerales de diferentes colores y densidades, por lo que no se pueden mezclar, ni siquiera cuando se producen fuertes lluvias, permaneciendo los colores intactos.
El origen de esta increíble formación se encuentra en la erosión progresiva de las rocas basálticas de la isla debido a su clima cálido y húmedo, que ha dejado residuos de hierro y aluminio que se repelen, lo que impide que se mezclen. Los metales se agrupan en bandas de colores: el óxido de hierro crea tonalidades rojizas y ocres, mientras que con el aluminio predominan los azules, verdes y violetas.
Finalmente, la erosión acaba provocando el afloramiento de la sopralita, una roca porosa y químicamente alterada. Priva a la tierra de los nutrientes necesarios para la supervivencia de las plantas, lo que explica esa ausencia de vegetación en esta zona.
Algunos consejos para la visita
El mejor momento para visitar la Tierra de los Siete Colores es al atardecer o al amanecer. La incidencia de la luz crepuscular sobre los minerales produce increíbles, resaltando las tonalidades, ofreciendo un auténtico espectáculo al visitante.
Hasta hace unos años, esta atracción natural era de acceso libre, y los habitantes locales y visitantes acostumbraban a llevarse un poco de tierra para llevar, y pasear por esta delicada tierra. Pero estas prácticas estaba destruyendo el lugar, por lo que el gobierno la declaró entorno protegido para su conservación. Actualmente existen unas vallas que impiden caminar por la Tierra de los Siete Colores. La buena noticia es que se construyeron varios miradores y unas pasarelas para admirarla.
Si alguna vez tienes la suerte de poder visitar esta maravilla de la naturaleza, en los alrededores podrás encontrar tortugas gigantes e increíbles paisajes de campos de café, caña de azúcar y palmeras. Y sobre todo, no te puedes perder la increíble cascada de Chamarel, formada por el gran desnivel de una colada de basalto que tienen que salvar los ríos St. Denis y Viande Salée. ¡En nuestro planeta encontramos lugares increíbles que superan la ficción!