Mancha solar “muerta” provoca una impresionante aurora boreal

Una mancha solar que se creía “muerta” despertó con una llamarada de mediano tamaño junto con una masiva eyección de plasma y provocó una fiesta de luces brillantes en el norte de nuestro planeta.

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Una mancha solar que se creía muerta provocó la formación de una impresionante aurora boreal que pudo observarse desde Islandia.

Las brillantes auroras boreales fueron generadas por una tormenta solar de tamaño moderado, asociada con una explosión de partículas solares. La mancha solar que explotó se denominó poéticamente «muerta» porque había entrado en erupción previamente y se había convertido en parte de un parche solar silencioso antes de volver a erupcionar. Aun así, cuando esas partículas solares interactuaron con las líneas del campo magnético de la Tierra, las moléculas de aire en lo alto de la atmósfera se excitaron, produciendo el increíble espectáculo del cielo.

El fotógrafo especializado en auroras boreales Todd Salat fue testigo del momento, pudiendo plasmar en imágenes el evento. Salat de aurorahunter.com explicó a spaceweather.com que en esta época del año la ventana de oscuridad nocturna se reduce rápidamente con la llegada del verano del hemisferio norte, a menos de 100 km del círculo polar ártico, lo que hará que pronto sea difícil lograr ver este tipo de espectáculos debido a la presencia de la luz solar.

La cascada de los dioses

Godafoss, o la "Cascada de los dioses", es una de las cascadas más espectaculares de Islandia, con una caída de 12 metros y una extensión de 30 metros, que se encuentra al norte del país, lo que le da a la imagen un aspecto como salido de un cuento de fantasía. Además, se sumaban algunas nubes y la presencia de una luna casi llena, lo que completaban un paisaje maravilloso.

En Facebook, Salat dijo a sus seguidores que esta era la primera vez que veía auroras de esa magnitud durante un viaje planeado de dos semanas a Islandia, desde su ciudad natal de Anchorage, Alaska. Era la novena noche de Salat en Islandia, y antes de esta sólo había visto algunos destellos de la aurora boreal.

La foto más difícil de conseguir

Salat confirma que fue una de las imágenes que más le costó de su carrera, ya que todo jugaba en contra, la época del año y un día nublado con la presencia de algunas lluvias aisladas. De todas maneras, Todd decidió hacer el viaje hasta llegar a la “Cascada de los dioses”, y comenzó a ver un brillo entre las nubes, se puso en posición y exactamente a las 23:47 hora local, logró una de las tomas más increíbles de su carrera.

Luego el cielo volvió a nublarse y el espectáculo se disipó por unas horas, y a las 02:00 h cuando parecía que ya no iba a poder seguir disfrutando del evento, las nubes volvieron a abrirse dejando a la vista aquel maravilloso espectáculo, lo que aprovechó Salat para continuar sacando fotos por varios minutos más.