Más de 400 heridos en terremoto que sacudió a regiones del mar Egeo
Las búsquedas por sobrevivientes bajo los escombros continúa. A los centenares de heridos se suma más de una decena de fallecidos, producto del fuerte sismo que afectó Turquía y otros países de la región del mar Egeo.
Este viernes 30 de octubre ocurrió un terremoto en las cercanías de la isla griega de Samos y la costa egea de Turquía. El epicentro del movimiento telúrico se localizó en el mar Egeo, a unos 17 kilómetros del distrito de Seferihisar, en la ciudad turca Izmir.
El sismo registrado a las 13:51 hora local de la isla griega de Samos (11:51 GMT), ha dejado un saldo de al menos 14 muertos y más de 400 heridos, según lo reportado hasta el momento por medios locales. La sacudida llegó a sentirse en Turquía, siendo Izmir la ciudad más afectada.
En Grecia el seísmo alcanzó una magnitud de 6,6 grados, según informa el Instituto Geodinámico del Observatorio Nacional de Atenas y se sintió en Turquía con una magnitud de 6,8, reporta la agencia oficial turca Anadolu.
Tras el fuerte movimiento, se generó un minitsunami que inundó el puerto de la isla griega y el de Izmir, en Turquía, y se sintieron cinco fuertes réplicas en territorio turco. Además de las víctimas mortales y heridos, Turquía también reportó el colapso de una veintena de edificios en Izmir. En Grecia, los testimonios isleños confirman solo daños materiales en la zona, hasta el momento.
Por la magnitud del evento, el terremoto no solo se sintió en las regiones del Egeo sino también en las del Mármara, donde se encuentra Estambul, y en Grecia, incluso en la capital, Atenas.
Actividad sísmica causante
La región mediterránea es sísmicamente activa debido a la convergencia de la placa de África con la placa de Eurasia. Según estudios del Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS), el movimiento de estas placas varía de aproximadamente 4 milímetros por año en dirección noroeste-sureste en el Mediterráneo occidental a cerca de 10 mm por año (norte-sur) en el Mediterráneo oriental. Esto implica que se produzcan eventos tan violentos como el ocurrido hoy día.
Se considera complejo el límite de la placa África-Eurasia debido a los regímenes convergentes dominantes caracterizados por subducción, es decir, que una placa se hunde bajo el borde de la otra, y se produce colisión continental. Esta convergencia comenzó hace 50 millones de años, cuando ocurrió el cierre del mar Tetis, quedando lo que conocemos en la actualidad como el mar Mediterráneo.
Historia de un terremoto inolvidable
El Mediterráneo Oriental presenta una geomorfología que hace que ocurran fenómenos sísmicos de gran magnitud. En el año 365 d.C. se produjo el terremoto más fuerte registrado en el mar Mediterráneo: la isla de Creta fue la zona cero de un terremoto de 8,6 grados en la escala Richter que formó parte de todo un período de intensa actividad sísmica que se registró en la zona entre los siglos IV y VI d.C.
Se estima que el terremoto haya durado en torno a un minuto, ocasionando la destrucción de ciudades insulares hasta extenderse al centro de Grecia, Turquía, Chipre, Sicilia, Palestina e incluso Hispania. La costa norteafricana también sufrió graves daños. En efecto en el delta del Nilo y, más concretamente, en Alejandría se sintió de tal forma que se instituyó una jornada para recordar el bautizado como Día del Horror. Desde entonces no han ocurrido movimientos tan catastróficos en estas latitudes.
El USGS muestra un mapa interactivo para visualizar la envergadura de este fuerte evento. Continúan las búsquedas bajo escombros por grupos de rescate, esperando no encontrar muchas más víctimas fatales.