Más seco y más cálido: la nueva normalidad del clima en Chile
A pesar de que son datos preliminares, la tendencia es clara en el país y la hemos vivido en carne propia en los últimos años. Esta es una primera aproximación a lo que será considerado como clima normal en Chile, por los próximos 10 años.
El viernes (15) recién pasado fue realizada, por la Dirección Meteorológica de Chile (DMC), la reunión mensual del clima donde se da a conocer el resumen de las condiciones climáticas vividas en el país en el mes anterior. Pero lo que tuvo de especial este último encuentro virtual fue que ya se contaba con información suficiente para dar un adelanto sobre los cambios que Chile a experimentado en los últimos años en lo que respecta a clima.
Con el término del 2020, a nivel mundial, ya se está en condiciones que se comiencen a calcular las nuevas normales climatológicas. De acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial (OMM), tales normales -que definen el clima de un lugar o país- se actualizarán a cada 10 años, reconociendo la naturaleza cambiante del mismo. La DMC informó que aún se está trabajando para la obtención de las nuevas normales climatológicas, y que estarán disponibles en aproximadamente dos meses más.
A pesar de esto, como un pequeño adelanto, nos han preparado una fotografía aproximada del cambio que ha sufrido el clima en el último periodo, comparando lo que ha ocurrido con el clima del país en los últimos 30 años, con relación a la normal climatológica anterior (que correspondía a las condiciones medias del periodo 1981-2010).
Para muchos puede no ser sorpresa el resultado -recalcamos que es preliminar- obtenido por la sección de Climatología de la DMC, pues la gran parte de los chilenos hemos sido testigos de estos cambios. Para otros, la nueva realidad climática en el país ya es una normalidad.
El reflejo de la megasequía
La precipitación es una de las variables donde el cambio ha sido más notorio en los últimos años. Mucho se escucha hablar de la megasequía en la zona central, pero los datos preliminares que nos entrega la DMC nos muestran que la disminución en la cantidad de lluvia que cae año a año, no ha sido exclusivo para las regiones del centro. El sur del país también ha sentido los efectos del cambio del clima aunque en menor medida que la zona central. Mientras el sur ha visto una disminución promedio entre 20 a 50 mm, en el centro la cantidad se eleva entre 50 a 125 mm de diferencia entre el periodo 1991-2020 y 1981-2010.
Hasta el momento, de Valparaíso al sur, la región de Aysén es la que escapa a esta tendencia generalizada de déficit de precipitaciones, siendo la única que vio aumentado el promedio de agua caída entre el último periodo de 30 años y el promedio de 1981-2010.
En el norte del país, la situación es algo diferente pues, dado que la cantidad de precipitación que cae es pequeña en comparación a la que cae en otras partes del país, cualquier cambio positivo en el régimen de precipitación en el último periodo puede generar un aumento importante en la nueva normal.
Y así se ve, al menos, en lo que muestran los resultados preliminares: se ha registrado un aumento de hasta 2 mm en el promedio de precipitación en algunas estaciones del norte del país.
Suben las temperaturas en el centro y sur
Cada vez es más frecuente escuchar y leer en los informes del tiempo de las altas temperaturas esperadas para las regiones más australes del país. Y esto también se reflejó en la normal climatológica preliminar.
Y en los valles del centro del país también se observó el aumento: hasta 0,3 ºC a más en el promedio de los últimos 30 años con relación al período 1981-2010, cuando se habla de temperaturas máximas. Y en el norte, se vive una condición opuesta, se observa una tendencia a la baja de las temperaturas máximas.
Es importante resaltar que esta es una primera pincelada de lo que será la nueva caracterización climática del país. Son muchas las variables meteorológicas y estaciones a ser analizadas, un trabajo que no se logra de un día para otro. Sin embargo, ya tenemos una idea primordial de lo que será la nueva realidad de la climatología de nuestro país, nuestra nueva normalidad.