Mayor acidificación, menos oxígeno y pérdida de biodiversidad por calentamiento récord del océano
En dos días, la temperatura superficial del mar rompió sus marcas de forma alarmante e inédita. En el ámbito climático esto provocará que los fenómenos atmosféricos como ciclones y tormentas se intensifiquen aún más.
El planeta está enfermo y, cómo no, si su corazón lo está. La fiebre que padece el océano continúa al alza, tanto así, que esta semana quebró 2 veces su propio récord. El 23 de abril de 2024, el promedio de la temperatura superficial del mar alcanzó 21,18 °C dejando atrás la marca del 1 de marzo del presente año con 21,17 °C.
Cómo si con eso no bastara, al día siguiente, el 24 de abril de 2024, volvió a batir la media máxima llegando a 21,19 °C. Una locura, una muestra más que el océano empeora debido a la energía extra que recibe producto del calentamiento global acelerado y sostenido, así como de la contaminación.
Registros inéditos para el promedio de la temperatura superficial del mar (TSM) que se han mantenido desde abril de 2023 empeorando la salud del corazón de la Tierra.
"El océano absorbe el 90% del aumento de los gases de efecto invernadero, es decir, actúa como una ‘esponja’. Pero no sabemos si eso seguirá siendo así en la medida que se calienten más y más" afirmó, Samantha Burgess, del Servicio de Cambio Climático de Copernicus.
¿Cuál es la media normal?
El 70% de la superficie del planeta está cubierta por el océano con una profundidad promedio de 4.000 metros. Entonces cualquier variación térmica, física o química, por muy pequeña que parezca, puede cambiar totalmente las condiciones del planeta.
El mayor calentamiento ocurre en los primeros 1.000 metros de profundidad, en donde se desarrolla gran parte de la vida marina. El océano nos ha protegido de los peores efectos del cambio climático, pero su capacidad de absorber energía y gases de efecto invernadero no es infinita.
“Si hasta ahora los océanos han sido nuestros mejores aliados, en el futuro existe el riesgo que nos cobren la factura: una gran parte de las emisiones que hemos generado desde comienzos del siglo XX, ahora almacenadas en los océanos, puede regresar a la atmósfera”, advierte Naciones Unidas (ONU).
Si eso se concreta sería el fin de la vida tal como la conocemos en este mundo.
Consecuencias
La acidificación de los océanos podría considerarse la crisis química del clima mundial. Junto con el calentamiento de la Tierra, la acidificación de los océanos pone en peligro la vida marina. Desde la revolución industrial, la acidificación de la superficie del océano ha aumentado casi un 30%.
El océano alberga cerca de 1 millón de especies. La fiebre marina provoca la migración en masa (de las especies que pueden, el resto muere) y con ello una homogeneización de la biodiversidad a escala planetaria. Esto implica la disminución del número de especies en las regiones de aguas más cálidas y un drástico aumento en las regiones más frías alrededor de los polos.
El cambio climático amenaza también el aporte de oxígeno en el océano de dos maneras. En primer lugar, el agua caliente no puede contener tanto oxígeno como el agua fría; por eso, a medida que los océanos se calientan, los niveles de oxígeno disminuyen. En segundo lugar, el agua caliente tiene menor densidad, lo que dificulta que el agua cercana a la superficie, rica en oxígeno, descienda y circule.
En el ámbito climático, el aumento de las temperaturas marinas genera fenómenos meteorológicos aún más extremos, como tormentas, ciclones y tornados.