Mote con huesillo, un manjar dieciochero: conoce su historia y su vínculo con las Fiestas Patrias

Descubre por qué este sencillo pero delicioso postre se ha convertido en un símbolo de las celebraciones patrias chilenas, aunque su sabor nos acompañe todo el año.

Mote con huesillo
En medio de los asados, empanadas y cuecas, el mote con huesillo ofrece un toque dulce que equilibra los sabores más intensos de la gastronomía dieciochera.

El mote con huesillo es mucho más que un simple postre. Es una bebida refrescante, un símbolo de la cultura chilena y un infaltable en las celebraciones de Fiestas Patrias.

Pero, ¿de dónde viene esta combinación de sabores y por qué se ha vuelto tan popular en estas fechas? Aquí te contamos su historia y las tradiciones que rodean al mote con huesillo.

Raíces precolombinas y herencia española: un mestizaje de sabores

El mote, base de esta preparación, tiene sus orígenes en la época precolombina. Los pueblos originarios de Chile ya consumían este grano de trigo cocido, que se convirtió en un alimento básico gracias a su valor nutricional y facilidad de conservación.

Con la llegada de los españoles en el siglo XVI, se introdujeron nuevos ingredientes y técnicas culinarias. Entre ellos, el durazno, que se adaptó perfectamente al clima chileno y se convirtió en un fruto popular.

La combinación del mote con el durazno deshidratado (huesillo) dio origen a este postre mestizo, que con el tiempo se arraigó en la cultura gastronómica del país.

Durante la época colonial, estos productos eran comunes en las cocinas rurales, y la combinación de ambos resultó en una bebida nutritiva y refrescante que se extendió rápidamente a lo largo y ancho del país.

De la calle a la mesa: la popularización del mote con huesillo

Entre los siglos XIX y principios del XX, el mote con huesillo se vendía principalmente en las calles y mercados, siendo una opción refrescante y económica para los trabajadores y transeúntes.

Moteros
Los vendedores ambulantes, conocidos como "moteros", recorrían las ciudades ofreciendo esta bebida en sus característicos carros o baldes, como se ve en este registro del año 1978. Créditos imagen Alberto Sironvalle.

Con el tiempo, el mote con huesillo fue ganando espacio en las mesas familiares y en las fondas y ramadas, convirtiéndose en un elemento esencial de las celebraciones de Fiestas Patrias.

Su sabor dulce y refrescante, junto con su fácil preparación, lo hicieron accesible a todos los chilenos, sin importar su condición social.

Un símbolo de identidad y tradición: el mote con huesillo en el imaginario chileno

El mote con huesillo ha trascendido su condición de simple postre para convertirse en un símbolo de la identidad y las tradiciones chilenas.

Su presencia en las Fiestas Patrias evoca la nostalgia de los tiempos pasados, la unión familiar y el orgullo de ser chileno.

Su consumo se asocia a valores como la sencillez, la autenticidad y la generosidad, reflejando la esencia del pueblo chileno.

La versatilidad del mote con huesillo ha permitido que se mantenga relevante a lo largo de los años, adaptándose a los gustos y estilos de vida modernos.

Aunque hoy en día se puede encontrar en supermercados y restaurantes durante todo el año, nada supera la experiencia de disfrutarlo en una ramada durante las Fiestas Patrias, donde su sabor se mezcla con la música, el baile y la alegría colectiva.

El mote con huesillo es mucho más que un postre: es un pedacito de historia, un abrazo a la tradición y un brindis por la chilenidad. ¡Así que la próxima vez que disfrutes de este manjar, recuerda todo lo que representa y celebra su sabor único!


Fuentes y referencia de la noticia:

Las comidas
. Información publicada en la web de Memorias Chilenas.