Mujeres del hemisferio sur: ¿cómo su acción ambiental puede crear un mejor planeta?
A pesar de verse afectadas desproporcionadamente por los daños ambientales, las mujeres continúan demostrando su resiliencia y conocimientos para abordar el cambio climático.
El cambio climático tiene diferentes impactos en hombres y mujeres, especialmente en el hemisferio sur. De acuerdo a una publicación del portal The Conversation, la cultura patriarcal es la causa de esto, ya que a menudo no se involucra a las mujeres en las respuestas a los problemas ambientales y, con frecuencia, se las excluye de las discusiones sobre soluciones a la crisis climática.
Cuando ocurren eventos extremos, como incendios forestales o inundaciones, las mujeres y niñas soportan una carga más pesada y experimentan impactos más severos. Sumado a ello, la violencia contra las mujeres se ha visto incrementada con el calentamiento global. Sin embargo, se requiere transformar la narrativa de que las mujeres son "víctimas" de la crisis climática.
La realidad es que las mujeres de los países del hemisferio sur también poseen las habilidades y la fuerza para proteger a la naturaleza. Manifiestan su poder para perseverar en diversas acciones formales, informales, individuales y colectivas. Históricamente las mujeres han desempeñado un papel importantísimo en la protección del medio ambiente en los países asiáticos y sudamericanos.
Un ejemplo es el movimiento Chipko en India que comenzó en 1974 cuando las mujeres indígenas y la comunidad de la aldea de Reni lucharon para defender el bosque de la tala que amenzaba su sustento. De hecho, tomaron medidas colectivas abrazando árboles para hacer retroceder a los contratistas y evitar la deforestación. Su lucha se volvió global y causó sensación en todo el mundo.
¡Mujeres en acción!, los casos de México, Bolivia e Indonesia
Además del movimiento Chipko hay un ejemplo reciente de mujeres en Zapotalito, un pueblo dentro del área del Parque Nacional Laguna de Chacahua-Pastoría en el sur de México. Allí han soportado una serie de desafíos ambientales: peces muertos, un horrible olor a amoníaco, disminución en la calidad del aire y el agua asociado a un proyecto de represa, y la contaminación de una fábrica de aceite de cal.
Las mujeres de Zapotalito trabajaron juntas para limpiar el canal natural en la zona del manglar de Coaxaca, usando palas y azadas para limpiezas períodicas en el año 2016. Cocinaban, hacían tortillas, limpiaban casas, cuidaban a los niños y pescaban para que sus familias comieran, a pesar de las condiciones ambientales adversas.
Por otra parte, el movimiento de mujeres en Chiquiacá, Bolivia, ha estado protegiendo la Reserva Nacional de Flora y Fauna Tariquía desde el año 2017, debido a la expansión de las compañías de petróleo y gas en su hermosa área. En una acción audaz durante el 2019, bloquearon la entrada al área de conservación durante cinco meses para evitar que ingresaran equipos de perforación.
Las mujeres de Chiquiacá salieron a protestar a las calles, obstaculizando cualquier desarrollo en sus tierras. Lo que comenzó como un movimiento local se ha transformado en una poderosa acción colectiva que sigue vigente hasta hoy, ganando el apoyo de miles de personas en Bolivia.
Políticas ambientales inclusivas para las mujeres
Las historias anteriores han demostrado que las mujeres son capaces de marcar la diferencia en el activismo ambiental desde sus hogares y comunidades hasta el escenario nacional. Numerosas políticas promueven la participación de las mujeres en la agenda de desarrollo sostenible, pero no todos los países adoptan esas políticas.
Para fortalecer el activismo de las mujeres, los gobiernos de todo el mundo deberían formular políticas que integren los roles de las mujeres en las estrategias de conservación y desarrollo sostenible dentro de sus propias naciones. En cuanto al público es crucial iniciar esfuerzos para documentar el activismo de las mujeres. Tanto las acciones gubernamentales como públicas son esenciales para evitar simplificar demasiado las experiencias de las mujeres en diversos países para ir más allá de la narrativa que las presenta únicamente como víctimas.