Mundial de fútbol Qatar 2022: así se combatirá el calor extremo
Debido a las elevadas temperaturas que se registran en la zona, se implementarán medidas de seguridad y alta tecnología sin impacto ambiental, para reducir sus efectos adversos.
Se acerca el Mundial de Fútbol Qatar 2022, un evento que tiene a la meteorología como punto de interés particular. La amplia mayoría ya está al tanto del motivo por el cual se decidió postergar este gran evento unos meses, en lugar de celebrarlo en junio-julio (verano del hemisferio norte) como se hace habitualmente, la Copa del Mundo 2022 se jugará en noviembre-diciembre para evitar temperaturas cercanas a 50 °C, y esa es la primera medida preventiva y de adaptación que se tomó.
Con esto, se evitaría exponer a las elevadas temperaturas, de entre 40-50 °C del verano qatarí, tanto a los deportistas como a los equipos de periodismo y trabajadores de todo el mundo que estarán a cargo de las transmisiones, y por sobre todo proteger al público en general que viajará especialmente al occidente asiático para ver y alentar a su selección nacional.
Además de cambiar de mes, contarán con una innovadora tecnología en refrigeración de estadios que funciona a base de energía solar, algo así como “enfriar con el Sol”. La FIFA aprobó oficialmente el uso del Sistema Mundial de Evaluación de la Sostenibilidad (GSAS), para las sedes y todas las instalaciones de esta Copa. GSAS es el primer sistema de Oriente Medio y África del Norte desarrollado para evaluar edificios e infraestructuras ecológicas.
El clima en Qatar
El clima es desértico, con apenas dos estaciones muy marcadas, el invierno que tiene una duración de tres meses aproximadamente (centrados en diciembre-enero-febrero), y el verano que se extiende a los nueve meses restantes. El clima de Qatar es muy cálido y bastante húmedo, durante el verano las temperaturas máximas son muy elevadas: llegan fácilmente a los 45 ºC e incluso no es raro que alcancen los 50 ºC. Además sopla ‘El Chamal’, que es un viento fuerte con ráfagas, que provoca las tan famosas y peligrosas tempestades de polvo y arena.
Esta combinación de altas temperaturas y humedad, lleva a que el cuerpo humano realmente se exponga a peligrosos golpes de calor, en algunos casos con consecuencias fatales, sobre todo para aquellos visitantes que no están acostumbrados a vivir en este ambiente sofocante y hostil.
Durante el invierno las temperaturas mínimas descienden, pero las máximas pueden mantenerse bastante cálidas, con días de más de 30 °C. Al cambiar la fecha del evento para noviembre-diciembre, se espera entonces que los valores de temperatura durante el día sean más llevaderos.
Quienes organizan este mega-evento de fútbol, saben que si bien las temperaturas comienzan a bajar hacia fin de año tampoco deben confiarse, porque se pueden dar irrupciones ocasionales de aire muy caluroso y húmedo durante esas semanas. Para evitar problemas mayores, decidieron invertir en alta tecnología para la refrigeración de estadios.
Refrigeración de estadios a energía solar
El ‘Education City’ en la capital Doha, es uno de los estadios sede del Mundial 2022, ubicado en el corazón del campus de la Ciudad de la Educación de la Fundación Qatar, hogar de ocho campus de algunas de las universidades más prestigiosas del mundo.
Posee una estructura diseñada especialmente para evitar que el público y los jugadores sufran el extremo calor del exterior, manteniendo la temperatura interna del recinto siempre a menos de 27 °C. Cuenta con una superficie de 233 mil m2, espacio para 45.350 espectadores, y un diseño innovador producto de los últimos avances en ingeniería y arquitectura altamente sostenibles y energías renovables.
Los lados del estadio se extienden y envuelven el campo de juego, lo que ayuda a que funcione el sistema de enfriamiento avanzado, acerca a la gente a la acción y su acústica mantiene el canto de los fanáticos resonando dentro.
“Se trata del primer estadio del mundo en conseguir refrigerar una zona tan abierta con un combustible limpio como es la energía solar”, afirma el diseñador principal del concepto original Fenwick Iribarren Architects; explican además que “se buscó desarrollar un diamante en el medio del desierto”, y que al finalizar el evento futbolístico estrella, se reducirá la capacidad a la mitad de espectadores y se donarán 20 mil de esos asientos para construir estadios en países en desarrollo.
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Al menos el 55% de los materiales utilizados para el proyecto del estadio provienen de fuentes sostenibles y el 28% de los materiales de construcción tienen contenido reciclado, lo que minimiza la huella de carbono del estadio. En todo el recinto, se han utilizado especies de plantas nativas y tolerantes a la sequía en el 75% del paisaje. Los trabajadores de la construcción vivían en cómodas casas en el lugar, para reducir aún más la huella de carbono del proyecto durante sus traslados.
Otras medidas ‘verdes’ para el Mundial
Se ha prestado especial atención en el transporte, cuando lleguen los contingentes de turistas para ver este evento futbolístico, no solo se encontrarán con diseño ecológico y de excelencia en los estadios, sino que se ha pensado integralmente, por ejemplo los tranvías llegan directamente al estadio para reducir el número de vehículos y la emisión de gases de efecto invernadero. Además contarán con vías exclusivas para bicicletas con lugar para guardarlas esparcidas por toda ‘Ciudad de la Educación’.