No sólo es sequía: revelan las causas que tienen a Coquimbo sin agua
Aunque es evidente la disminución de precipitaciones, el estudio realizado por una docena de investigaciones sostiene que la escasez hídrica en esa región se debe al “consumo excesivo”. ¿Qué sectores son los responsables?
“La árida Región de Coquimbo en Chile ha experimentado un importante crecimiento económico en las últimas décadas, impulsada en gran parte por actividades que requieren de un uso intensivo del agua como la minería y la agricultura”.
Así comienza el resumen del estudio “Cambio climático y uso excesivo: Desafíos de los recursos hídricos durante el crecimiento económico en Coquimbo” elaborado por una docena de investigadores nacionales de diversas áreas y publicado por la revista científica Sustainability.
El estudio multidisciplinario consideró los datos del lapso 1984-2018 recopilados por Dirección General de Aguas (DGA) del Ministerio de Obras Públicas (MOP), además, de los registros de 43 pluviómetros, 10 estaciones de flujo de ríos y 11 piezómetros en la región. También se analizó su evolución económica y la correlación de esta con el otorgamiento de derechos de aprovechamiento de aguas subterráneas en actividades que la demandan en grandes cantidades.
Tras el análisis, la investigación concluyó que “si bien las precipitaciones presentan una disminución en el periodo de estudio en la región de Coquimbo, estas caídas no son significativas. De ello se deduce que la menor oferta en caudales medios y máximos no podría atribuirse directamente a factores climáticos, sino a otras variables”.
No sólo es sequía
Y aunque es innegable que la tendencia de las precipitaciones mensuales fue negativa (53,1%) durante el período los 34 años que abarcó el estudio, además, se “verificó que las actividades económicas han tenido un fuerte crecimiento y, por ser altamente demandantes de agua, es muy probable que estas sean las principales causas de la disminución de la oferta hídrica. Este hecho es corroborado por el incremento en el uso de aguas subterráneas, y la profundidad entre la superficie y el nivel piezométrico de los distintos pozos analizados”.
Lo más preocupante que concluye la investigación es que “las actividades humanas y el uso excesivo están agotando rápidamente los recursos hídricos (especialmente las aguas subterráneas) en la región. El problema se complica aún más por el cambio climático y la disminución de las precipitaciones. Sin embargo, la tendencia general es más fuerte para el consumo excesivo en comparación con la variabilidad climática”.
“Los resultados muestran que la principal causa de esta preocupante situación es el consumo excesivo, y urge saber cómo cuantificar adecuadamente la disponibilidad de agua, así como los usos actuales, antes de autorizar nuevas extracciones”, sostiene el estudio para cerrar advirtiendo que “si esto no se considera adecuadamente, la región podría estar enfrentando una situación crítica que condicionará su futuro productivo y, sobre todo, su futuro ambiental, que es la base de toda sustentabilidad humana”.